sábado, 28 de noviembre de 2009

COLOQUIOS GUANACOS



“Bueno, compañeros la clase ha terminado, el próximo domingo continuaremos, vamos traerles unos jabones hechos de viejitos y un niño para que lo comamos” Escuela de formación política del FMLN, exponente: Miguelito Mármol.


Después de èste fino sarcasmo, decidì releer la obra “Miguel Mármol”, de Roque, la primera vez allà por 1977, no le sentì el mismo sabor, aquel ejemplar quedò enterrado por miedo a los cateos. junto a otros libros en San Bartolo.

Con esta nueva lectura, me di cuenta que la vida de este zapatero ha estado bien cercana a la mìa, pues provengo de familia de zapateros y casi vivimos por la misma zona, de hecho algunos personajes forman parte de la historia de mi barrio.

Y viendo que hay suficientes análisis de la obra, a mi me llamo a la atención el uso de frases coloquialiales incluìdas en la novela que solamente los guanacos entendemos.

Otras historietas y frases la he venido oyendo y apartando durante mi vida, en el campo, la fàbrica, y principalmente con la cherada en las calles y parques donde me gusta compartir y mezclarme con la gente.

Incluyo algunas que poseen lo que dice Roque “esa psicologìa de los extraordinario y sobrenatural” ademas de ocurrentes e incisivas (si no entienden el mensaje hay le preguntan a vargas)

• Dar una patada en el culo
• Este volado està cuesta arriba
• Me ganè unos cuises
• Agarrarse a zopapos
• Estoy pidiendo cacao
• La misma mica con distinta cola
• Aquel le prometieron el oro y el morro
• Me siento bien culòn
• No hay tu tia
• Sos un gran pata de chucho
• Esa bicha es bien piquetera
• Pisto en mano, culo en tierra
• Los tejes y maneje de esa babosada
• Para màs joder
• Esa señora es bien chachalaca
• Las escuelitas chulopacas
• Andar con el culo roto
• Las putas estàn a precio de quema
• A ver si la cuilia se traga la píldora
• Estas tan pando que hasta los chucho te meyan
• Sos màs salado que los huevos de un pescador
• Te llegò un gran tuerce
• Este cabròn tien un gran rigio
• No le busques tres pies al gato, sabiendo que tiene cuatro
• Mas brava que una chinchintora
• Naranjas de Chinandega
• No sos ni chicha ni limonada
• Un trago de chaparro de coyolito al mejor estilo de cojutepeque te manda hasta la luna
• Este no presta la guitarra


En los 30. 40 y 50 el gremio de zapateros era bien representativo de la vanguardia obrera, existían grandes talleres, como “el búfalo”, “la Boston”,”flash”, etc. Había mucho debate, pues era la punta de la incipiente industria, junto con panaderos y otros artesanos, personas como Gumersindo Ramírez, Miguel Mármol, Juan Valencia y otros participaban en la política, de forma contrastada aunque no en contraposición a los intelectuales de izquierda con los cuales no dejaban de haber ciertas contradicciones teóricas y prácticas. Estas se acrecentaban con la participación del campesinado, donde la mayoría con escasos estudios, nula formación política y falta de liderazgos y sin embargo el sector más golpeado históricamente por la injusta distribución del producto.

• La ley de caifas “ al que está jodido hay que joderlo más”
• La cáscara guarda el palo
• Dos amigotes, parrandeaban juntos y eran asiduos, uno estaba acompañado y cuando éste se descuidaba el otro le cuentiaba a la mujer, la mujer un día cansada de tanto joder le contesto “para descansar en el sol, mejor sigo caminando”
• La cuña para que apriete tiene que ser del mismo palo
• No te agueves por los nubarrones negros, aflijite hasta que caiga el vergazo de agua
• La Sandra unos de los primeros “maricones fuera del closet”, allá por los 50’s, vendía chocolate e iba a los talleres de zapatería, en uno de ellos había un operario famoso por su cola, que hasta se le salía por la manga del pantalón. Los operarios le bromeaban diciéndole que aquel lo iba a traspasar, a lo que Sandra respondía con picardía :“mientras más larga es la estaca, más se pasea la lora”
• Un chero a otro recién convertido, miando juntos “mira hermano, da gracias a Dios que esto que tengo en la mano no lo tenes en el ano”
• Un jodariria a otro: si, tu mujer es sangre azul, se le nota en las várices.
• El General Martínez tenía el corazón mas duro que cuero de lagarto.
• A los avaros: Vos no cagas por no ver rodar el cerote por la ladera, No comes por no cagar.
• A los arribistas: Comes frijoles y eructas pollo. Decís que te dio un infarto cuando lo que tenès es churria. Decís que tenès alergia con prurito epitelial y lo que tenès es rasquin del bravo.


“ Si te buscan para pelear acordate que Dios te diò dos patas para correr, si te alcanzan acordate que Dios te diò dientes y puños.


• Un CHERO DE 78 años, me cuenta que cuando estaba cipote una vez el papá le dijo en una milpa allá por Santiago de Maria, - ¿Vos sabès por que va el buey al río a tomar agua? , - achis por que tiene sed?, - No, - y porque? - Porque el río no puede ir a buscar al buey. Estoy meditando a ver que putas significa.



Como aprendiz de zapatero, dì làstima, pues he sido algo torpe para las artes manuales y de gavela nacì zurdo, asì que era un huevo la cuchilla de zapatero tiene el filo para derechos, lo que si aprendì a la perfección fue a burlarme de mi mismo, a silvar y hacer los bajos con chiflidos.


Frase célebre después de los acuerdos de paz: Volvió éste
Frases célebres de los últimos días

Te tengo en la mira

Nos vemos el lunes, cipote
García Prieto al salir del tribunal, donde le estaban leyendo la sentencia condenatoria, después no se ha sabido de él. Mensaje: desfachatez, mensaje cruel y triste de nuestro sistema de justicia, donde la impunidad campea, y se hace changoneta de cada instancia institucional. Encierra un concepto integral del descaro y el poder que ejerce la corrupción y la burla del sistema judicial-además de lo relativo del tiempo para los guanacos- (a mí me caga de la risa)

Te va a costar medio melón: el finado Chele Torres al diputado Silva. Coloquio que significa que todo lo podès arreglar con dinero.


Va arder Troya, Cristiani amenazando al Frente. Quedará como referente para denotar las crisis de otros sin darte cuenta que la que se está quemando es tu casa.


Invito a mis amigos que lean o relean esta novela, pues esta para reflexionar y conocer los procesos historicos del siglo pasado en forma amena y muy ilustrativa.

La frase que màs me gustò “ MARXISMO Y HUEVOS “ : LA FORMULA PARA LA REVOLUCION

viernes, 20 de noviembre de 2009

Añoranzas noviembrinas


UN SEMIDIOS DEL Café




Los vientos de octubre nos estaban dejando y las brisas templadas de noviembre incursionaban en los aceitunos y almendros del beneficio. Las aves migratorias abundaban quizás contentas que la caterva de cipotes, casi todos hijos o nietos de los colonos,  no los iban a seguir persiguiendo con las hondillas, pues, la mayoría de éstos iban a trabajar en las instalaciones del beneficio. Los camiones nocturnos anunciaban el inicio de la temporada del café.

El ambiente se perfilaba alegre, bullicioso y las comadres se preparaban para una nueva temporada del beneficiado, limpia y exportación del café en oro, fase final del proceso.
Se preparaban las cuadrillas de trabajadores, muchos provenían del norte del país, otros de zonas remotas del litoral, todo una revolución del paisaje cotidiano, sereno y tranquilo que se vivía el resto del año.

Apareció como del rayo, tez cobriza intenso, camisa desbrochada y pantalón de dril azul, sombrero de palma de ala mediana, zapatos siete leguas de cuero volteado con las cintas desamarradas, sin calcetines, su talle era alto delgado, el pelo y la barba de tres o más días completamente blancas, insinuaban los frutos del mestizaje, rondaba probablemente los 60, caminaba pausado como sonámbulo y siempre en la mano izquierda retorcía un pedazo de papel, a veces el tiquete del bus que lo movilizaba de Moncagua a El Sitio, con el dedo índice mas largo que lo normal, dabas las indicaciones a cuadrillas de jornaleros, cual kikab moviendo los elementos. Era de poco hablar y gesticulaba con sus manos y dedos las instrucciones precisas en todas las actividades relacionadas.

Era el mandador de los patios, experto en dar el punto para la recogida del café pergamino seco que era descascarado y convertido en café ORO, el origen de su experticia, se sabía por rumores, venía de EL PLATANAR, pero que su infancia la había vivido en medio del cerro Cacaotique en Ciudad Barrios, hermanado y fundido en las fincas de café del norte de San Miguel.

El café es cortado manualmente en las fincas y se le llama UVA, el cual es despulpado en los beneficios y se convierte en café PERGAMINO. Las partidas de pergamino son enviadas mediante un sistema de canales metálicos, bombas y tolvas a los patios- pavimentados con ladrillo de barro- donde son esparcidos y removidos con el objeto de secarse al sol, hasta que da el punto exacto de deshidratación para el proceso del café ORO, que consistía en la remoción de la cáscara amarillenta endurecida, y un proceso de limpieza DE GRANO MALO Y BASURA, (limpia) dejando el grano de café pelado que adquiere un color verde esmeralda. Del café cortado en las fincas se separan los prematuros o verdes y generalmente se secan también el los patios y se convierte en café CEREZA, para consumo local, también del café que se cae de los arboles y que es PEPENADO O RECOJIDO DEL SUELO, se tuesta y se convierte en CEREZA.




La jornada empezaba a las siete de la mañana, lo primero era correr para buscar la mejor DIABLA, que era una tabla de un metro de largo por 30 cm. de alto con un lazo amarrado a modo de jineta la cual se usaba entre dos para desplayar y recoger las partidas del pergamino. Después de éste proceso se procedía a ararlo con el rastrillo durante el resto de la jornada, al final de la tarde 4 PM, de nuevo con la diabla se recogía en montículos piramidales de un metro de alto a lo largo de cada patio, cada montículo a un metro entre uno y otro, luego se cubrìa con sacos.

El trabajo se realizaba en parejas y con ritmo por lo que la selección del compañero era vital para soportar la monotonía y lo arduo de la faena, las afinidades giraban en torno a que se tuviese buena plática, buenos para trabajar, edad, compatibilidad de intereses, etc. Era muy importante pues de allí dependía el pasarla con relativa tranquilidad.

El sequito de kikab lo conformaban, Mariano, cuyo apodo Punche o cangrejo, era cascorvo y quizás de algún accidente el brazo derecho le había quedado torcido, al verlo por detrás cascorvo y con el brazo pando el apodo le quedaba de perlas. Era el caporal, asignaba las tareas y los puestos del día a día, seguía a kikab a corta distancia y además era el descodificador de todas las miradas, gestos y señales que èste realizaba en la jornada. A Mariano le tocaba andar espantando los jornaleros que se iban a esconder a los sanitarios o que se dormían en medio de los sacos, regañaba a todos por igual, enojado y serio, aunque a veces tenía posturas de gran hermano y buena onda, una vez hasta le vi y oí reír. Algunos de nosotros nos divertíamos jugándole a las escondidas, gozaba de poco respeto entre la majada de adolescentes irreverentes.

Caminando a la saga de éstos dos, iba CHALO, el apuntador, siempre bien vestidito, con su sombrero ala ancha, pantalón vaquero dentro de botas Cosmos y camisa cuadriculada, inconfundible con una tabla y lápiz para controlar las fechas, cantidades y estado de las partidas. Era hijo de Don Pedro un motorista del beneficio, tenía dos hermanas una bien bonita y otra menos bonita. Era jovial, ingenioso y amigable, buena persona, como bachiller, su sueño era optar a una beca en la ENA (Esc.nacional de agricultura).

En determinadas horas el séquito se paseaba por el beneficio y el ceremonial para la catadura de una partida de café pergamino era siempre así: kikab se paraba frente al patio y se quitaba los zapatos, luego caminaba por los surcos y escogía al azar un poco de café, lo descascaraba frotándolo con las manos, pasando los granos de una mano a otra, los soplaba al aire para deshacerse de las cáscaras, los miraba detenidamente durante segundos y luego masticaba algunos granos, después, se iba a otro lado y repetía la misma rutina dos o cuatro veces, luego si la partida estaba en su punto-justo ni húmeda ni seca- señalaba con el índice y volcaba la miraba hacia CHALO para que tomara nota de que esa partida había que levantarla y pasarla a proceso de café ORO.

Era divertidísimo ver a Mariano a escondidas imitando todos los gestos y muecas con el café que hacia kikab, sin el menor atisbo de la técnica especializada de éste, claro que comentaba, dándose aires, pormenores de que cuantos días le faltaban, que estaba húmedo, QUE AQUÍ QUE ALLÀ, etc. Ojala que un día haya aprendido porque de parte del mandador solo recibía señas, gestos y eventuales regaños.

El sol calcinante de oriente obligaba a cubrirse la piel lo más que se pudiera, yo usaba un sombrero estilo “cipitillo” y las camisas del instituto con tres estrellas allí llegaron a fenecer, a veces me ponía otra camisa encima.

Kikab prefería que el trabajo en los patios sobre el café se hiciera descalzo y por eso se contrariaba cuando TITO, hijo del chele AUGUSTO, jefe del beneficio, con un pequeño tractor ruidoso removía y colectaba el grano. Para el mandador el proceso de rastrillado debía ser silencioso, hermanado con el grano, con respeto y cariño, el grano respondía dando punto parejo y de calidad.

El final de la jornada siempre era alegre, kikab caminaba a la orilla de cada patio y con su índice iba señalando el trazo divino, donde se iban a recoger los granos, unos muchachos privilegiados le ayudaban corriendo sobre el café dejando marcado con sus pies la línea de control, luego salía corriendo a otro lado a espera turno para que le volvieran a indicar la posición. Los demás jornaleros empezaban a recoger el grano en orden a la línea marcada, era muy común hacer apuestas a ver quien terminaba primero, siempre había parejas locales-cipotada- que apostaban con el grupo de los chalatecos (jornaleros emigrantes de Chalatenango) y siempre perdían, pero era muy ameno.

El sueldo era de 2.50 de Colón diario, por ser temporada se trabajaba sábado y domingo, el día de pago junto a Chalo bajábamos a la ciudad y cenàbamos en la PUERTA DEL SOL o el MANDARIN, luego, ya en El Sitio, platicábamos largamente de sueños, cipotas, trivialidades y de los planes para el carnaval de san Miguel.

Un sábado dejé a Chalo en su casa y camine sobre la calle de acceso a la finca de Prieto, conocida como “Las vaquitas” a lentear una novia de ojitos, y me topé enfrente con un grupo de uniformados con unos jóvenes de civil amarrados, era la patrulla cantonal, la descalza, me gritaron: NO TE VAYAS A CORRER!!!.

sábado, 14 de noviembre de 2009

QUE GRANDEZA DE TERRUÑO QUE CUANDO SE PATEA UNA PELOTA CAE EN OTRO PAIS





EN UNA CENA EN LA ALTA ALCURNIA,- EL CHINO DE PARACAIDAS-SE TOCARON LOS TEMAS DE MODA, UNO DE ELLOS EL PISTO QUE LE DIERON A MAURICIO EN CALIDAD DE PRESTAMO Y POR ALLI BAILO SALUME, SLIM, CHAVEZ, DE REPENTE SALIERON LOS MASONES CON TODO TIPO DE COMENTARIOS Y HABLADURIAS, LA MAYOR PARTE INVENTOS Y TEMORES INFUNDADOS. SURGIO ENTONCES  EL COMENTARIO SIGUIENTE, NARRADO POR UN EX -EMBAJADOR:
“LOS MASONES NO SE HACEN DAÑO ENTRE ELLOS, EL EJEMPLO MAS CLARO FUE EL DE BENITO JUAREZ QUE ERA MASON NO FUSILO A MAXIMILIANO POR QUE TAMBIEN ERA MASON, DE MANERA QUE A MAXIMILIANO LO EMBARCARON PARA SURAMERICA, PERO EL BARCO SE AVERIÒ Y TUVO QUE TOCAR PUERTO EN ACAJUTLA, ESTE PERSONAJE APARECIO EN SAN SALVADOR, CON EL NOMBRE DE JUSTO ARMAS,UN PERONAJE FAMOSO POR LOS 30 Y PRINCIPIO DE LOS 40, SIEMPRE VESTIA TRAJE COMPLETO, DEDICADO A ENSEÑAR BUENOS MODALES , INSTRUIDO, HABLABA VARIOS IDIOMAS Y CON LA PECULIARIDAD QUE ANDABA DESCALZO, Y TENIA UNA VAJILLA FRANCESA Y COPAS DE BACARAT QUE ALQUILABA A LA ARISTOCRACIA LOCAL. Y DE ALLI PAJA, PAJA, PAJA”
LA CUESTION QUE INVESTIGANDO ACERCA DE LOS LOCOS DEL VIEJO SAN SALVADOR, APARECIO DON RENE CORNEJO ALIAS TEPICA LA CULEBRA Y SU HERMANA LA PELANCHONA, QUE ERA UN SEÑOR ALTO MORENO FORNIDO, OJOS VERDES QUE VESTIA SACO, PERSONAJE INFALTABLE EN TODOS LOS VELORIOS Y ENTIERROS, LE MOLESABA SOBREMANERA QUE LE DIJERAN TEPICA. UNA VEZ FRENTE EL CINELANDIA UN GRUPO DE MUCHACHOS LE GRITARON “ TEPICA LA CULEBRA” Y SALIERON CORRIENDO, DON RENE AGARRO UN LADRILLO Y SE LOS TIRO, EL CHINO SOLO VIO QUE A UNO DE LOS BURLISTAS LE REBOTO EN EL COCO EL PEDAZO DE LADRILLO.
POR LO DEMAS ERA PACIFICO Y ANDABA CUIDANDO A LAS SEÑORAS SOBRETODO CUANDO IBAN AL 100  (WC, CAGADERO)
PUES ESTE SEÑOR VIVIA SOBRE LA CALLE DELGADO ENFRENTE DE UN MESON INMENSO LLAMADO EL CIELO Y DE CASUALIDAD A UNA CUADRA DONDE VIVIA JUSTO ARMAS, A LA VUELTA DE LA IMPRENTA AREVALO, POR EL CINE FOLLIES Y CERCA DE LAS BARBERIAS DE 30 CENTAVOS SEGUN RELATOS DE VIEJITOS.
 A MEMORIAS GUANACAS SE LE QUEDO TAMBIEN OTRO LOQUITO QUE LE DECIAN “SEMITA”, ERA MAS BIEN RETRASADO, VIVIA ENFRENTE DEL SUPER FLAMENCO SOBRE LA DECIMA, CERCA DEL PARQUE CENTENARIO, ERA HERMANO DE UNA SEÑORITA SUMAMENTE BELLA, OJOS AMARILLOS, RUBIA, BIEN SE IBA A LOS PENALTIS CON MARIBEL ARRIETA, ERA LA DAMISEÑA DE DON WALTER SOUNDY. DECIAN LAS MALAS LENGUAS, ASI QUE LA CIPOTADA TENIA LA OPORTUNIDAD DE VER LA GRAN NAVE QUE LLEGABA CON ALGUNA FRECUENCIA POR ESAS BARRIADAS.


LA FOTO ES DEL ANTIGUO EDIFICIO DE LA LOTERIA NACIONAL Y DESPUES DE LA SUPERINTENDENCIA DE EMPRESAS MERCANTILES, SOBRE LA 6 AV Y 3ERA CALLE, HACIA EL NORTE QUEDABA EL INSTITUTO NACIONAL Y HACIA EL SUR EL LICEO AMERICANO DE OSCAR CARPIO QUE VIVIA ENFRENTE A LA LOMA SOBRE LA 14 AV. Y 11 CALLE.






YO CONOCI A LA LOCA LUISA, VIVIA EN EL JALACATAL, CUANDO ESTUVE EXILADO EN GARROBOLANDIA CERCA DE LAS VAQUITAS Y EL SITIO.

martes, 10 de noviembre de 2009

Quien soy para juzgar




Tentativa de descripción de una cena de cabezas en París-Francia

Jacques Prévert (4 de febrero de 1900 - 11 de abril de 1977)
Los que piadosamente…
Los que copiosamente…
Los que tricoloran
Los que inauguran
Los que creen
Los que creen creer
Los que croa-croa (1)
Los que tienen plumas
Los que mordisquean
Los que andromaquean (2)
Los que dreadnoughtent (3)
Los que majusculant
Los que cantan a compàs
Los que cepillan a relucir
Los que tienen barriga
Los que bajan los ojos
Los que saben cortar el pollo
Los que son calvos dentro de la cabeza
Los que bendicen a las jaurías
Los que hacen los honores del pie
Los que de pie las muertes
Los que bayoneta… se
Los que dan cañones a los niños
Los que dan niños a los cañones
Los que flotan y no se hunden
Los que no toman el Pireo para un hombre
Los que sus alas de gigantes impiden volar
Los que dejan en sueño cascos de botella sobre la Gran Muralla China
Los que ponen a un lobo sobre su cara cuando comen cordero
Los que roban huevos y que no se atreven a hacerlos cocinar
Los que tienen cuatro mil de ocho ciento diez metros de Mont Blanc, tres cientos de Torre Eiffel, veinticinco centímetros de pecho y que son orgullosos de ello
Los que maman de Francia 

Los que corren, vuelan y nos vengan, todos los aquéllos, y mucho de otros entraban orgullosamente al Elíseo haciendo agrietar las gravas, todos los aquéllos se trastornaban, se empujaban, ya que había una gran cena de cabezas y cada uno se había hecho aquélla que quería.

L'un une tête de pipe en terre, l'autre une tête d'amiral anglais, il y en avait avec des têtes de boule puante, des têtes de galliffet (9), des têtes d'animaux malades de la tête, des têtes d'Auguste Comte, des têtes de Rouget de Lisle, des têtes de Sainte Thérèse, des têtes de fromage de tête, des têtes de pied, des têtes de monseigneur et des têtes de crémier.

Algunos, para hacer reir el mundo, se referían a sus hombros de encantadoras caras de terneros, y estas caras estaban tan bonitas y tan tristes, con las pequeñas hierbas verdes en el hueco de las orejas como el algas en el hueco de las rocas, que nadie los veìa.

Una madre con cabeza de muerta mostraba en que se reía su hija de cabeza de huérfana al viejo diplomático amigo de la familia que se había hecho la cabeza de la tierra del Sol.
Era verdaderamente delicioso, encantador y de un gusto tan seguro que cuando llegó el Presidente con una suntuosa cabeza de huevo de Colon llegò el delirio.

“Era simple, pero hay”, dice al Presidente revelando su servilleta y ante tanta malicia y simplicidad las huéspedes no pudo controlar su emoción; a través de ojos encajonados de cocodrilo un gran industrial pega verdaderas lágrimas de alegría, un más pequeño mordizco a la tabla, bonitas mujeres se frotan los senos muy suavemente y el almirante, llevado por su entusiasmo, bebe su copa de Champaña por lo malo de la parte, cruje el pie de la copa y, el intestino perforado, puesto de pie, tachonado al carril de su silla gritando: “Los niños en primer lugar.”

Extraña casualidad, la mujer del naufragio, sobre los consejos de su buena, la mañana misma, se había hecho una asombrosa cabeza de viuda de guerra, con dos grandes pliegues de amargura de cada lado de la boca, y dos pequeñas bolsas de dolor, grises bajo los ojos azules.

Hechado sobre su silla, desafía el Presidente y anuncia a grandes gritos la asignación militar y el derecho a llevar sobre su vestido de noche el sextante del difunto en aspa.

Un poco calmada deja a continuación su mirada de sola mujer errar sobre la mesa y que ve entre los entremeses redes de arenques, ella toma machinalement sanglotant, luego reanuda, pensando a almirante que no comía así a menudo sonido vivo y que con todo los gustaba tanto. Alto. Es el jefe de protocolo que dice que es necesario dejar de comer, ya que el Presidente va a hablar.

El Presidente se levantó, rompió la cumbre de su cáscara con su cuchillo para para tener menos caliente, un pequeño conjunto poco menos caliente.

Habla y el silencio es tal que se entienden a las moscas volar y que se los entiende así distintamente volar que no se entiende más al Presidente hablar, y es bien deplorable porque habla de las moscas, precisamente, y de su innegable utilidad en todos los ámbitos y en el ámbito colonial en particular.
“… ya que sin las moscas, no hay caza-mosca, sin caza-moscas no hay Dey de Argel, no hay cónsul… no afrenta que debe vengarse (11), no olivares, no Argelia, no grandes calores, señores, y los grandes calores, es la salud de los viajeros, por otra parte… “

Pero cuando las moscas se aburren ellas se mueren, y todas estas historias de antes, todas estas estadísticas por las que se los llena de una profunda tristeza, comienzan por liberar una pierna del límite máximo, luego otro, y caen como moscas, en las bases… sobre las pecheras, muertas como dice la canción.


“La más noble conquista del hombre, es el caballo, dicho el Presidente, y si sólo permanece uno, seré aquél. “
Es el final del discurso; como una naranja dañada lanzada muy muy contra una pared por un niño mal elevado, la MARSELLESA estalla y todos los espectadores, salpicados por el verde grisáceo y los cobres, se elaboran congestionados, borrachos de Historia de Francia y Pontet-Canet (12).

Todos están de pie, excepto el hombre a cabeza de Salmonete de Lisle que cree que sucedió y que encuentra que después de todo esto así mal no se realiza y luego, poco a poco, la música se calmó y la madre a cabeza de muerta aprovechó para empujar a su pequeña hija cabeza de huérfana del lado del Presidente.


Las flores a la mano, el niño comienzan su cumplido “el Sr. Presidente… “pero la emoción, el calor, las moscas, aquí que escalona y que cae la cara en las flores, los dientes apretados como un esquileo.

El hombre a cabeza de braguero y el hombre a cabeza de phlegmon se precipitan, y se retira el pequeño, autopsiée y rechazada por su madre, que, encontrando sobre el cuaderno de baile del niño de los dibujos obscenos como no se ve a menudo, no se atreve a no pensar que es el diplomático amigo de la familia y de los que depende la situación del padre que se divirtió así ligeramente.

Ocultando el cuaderno en su vestido, se pincha el seno con el pequeño lápiz blanco y empuja un largo aullido, y su dolor hace dolor que debe verse a los que piensan que indudablemente aquí bien allí el dolor de una madre que acaba de perder a su niño.

Orgullosa se mira, se deja ir, se deja escuchar, gime, canta

¡“Dónde pues es mi pequeña amada hija, dónde pues es mi pequeña Barbara que daba hierba a los conejos y conejos a los cobras! “
Pero el Presidente, que seguramente no es a su primer niño perdido, hace una señal de la mano y la fiesta continua.

Y los que habían venido para vender carbón y trigo venden carbón y trigo y grandes islas rodeadas de agua de todos los lados, de grandes islas con árboles a neumáticos y pianos metálicos bien estilos para que no se entiendan demasiado los gritos de los indígenas en torno a las plantaciones cuando los colonos graciosos intentan después de cenar su carabina a repetición (13).

Un pájaro sobre el hombro, otro en el fondo de los pantalones para hacerlo asar tarde , el pájaro, un poco más a la casa, los poetas van y vienen en todos los salones.

“Esto, se dice uno ellos, realmente muy exitoso”, pero en una nube de magnesio toma al jefe de protocolo en obvio delito, removiendo una taza de chocolate congelado con una cuchara a café.
“No hay cuchara especial para el helado de chocolate, es absurdo, dicho el prefecto, se se habría debido pensar, el dentista tiene bien su fórceps, el papel su corte-papel y los rábanos rosados sus raviers. “

Pero repentinamente de temblarlo todos ya que un hombre con una cabeza de hombre entró, un hombre quien nadie había invitado y que coloca suavemente sobre la mesa la cabeza de Luis XVI en una cesta.


Es de verdad el gran horror, los dientes, los ancianos y las puertas crujen de miedo.

“Se nos pierde, descabezamos a un cerrajero”, gritamos deslizando sobre la cuesta de escalera los burgueses de Calais en su camisa gris como el cabo Gris-Nariz.

El gran horror, el tumulto, el malestar, el final de las judías, el estado de sitio y afuera en gran comportamiento las manos negras bajo los guantes blancos, el centinela que ve en los arroyos de la sangre y sobre su túnica a un chinche piensan que eso va mal y que es necesario irse si es aún tiempo.
“Habría querido, dicho el hombre sonréiendo, aportarles también los restos de la familia imperial que descansa, parezco, a la bodeguilla Caucasiana (14) rue Pigalle, pero los Cosacos que lloran, bailan y venden a beber velan envidiosamente sus muertes.

“No se puede todo tener, no soy Ruy Blas (15), no soy Cagliostro (16), no tengo la bola de vidrio, no tengo el marc del café . No tengo la barba en guata de los que profetizan. Me gusta mucho reir en sociedad, hablo aquí para los grabataires, yo monólogo para los descargadores, yo gramófono para el espléndidos idiotas de los bulevares exteriores y es totalmente por casualidad si les visito en su pequeño interior.

“Primero que dice: “Y tu hermana”, es un hombre muerto. Dicha nadie el, él erróneamente, era para reir.
“Es necesario bien reir un poco y si quieran, les llevaría visitar la ciudad pero tienen miedo de los viajes, saben lo que saben y que la Vuelta de Pisa es inclinada y que el vértigo les toma cuando osles inclinan os también a la terraza de los cafés.
“Y con todo bien se habrían divertido, como el Presidente cuando desciende en la mina, como Rodolphe al alfombra-franco cuando va a ver al chourineur (17) como cuando eran niño y que se les llevaba al jardín de las Plantas ver el grande tamanoir.
“Habrían podido ver los truhanes sin tribunal de los milagros, el leprosos sin cliquette y se defiende a los hombres sin camisa dormidos sobre los bancos, dormidos para un momento, ya que esto de permanecer allí un poco mucho tiempo.
“Habrían visto a los hombres en los albergues hacer la señal de la cruz para para tener una cama, y a las familias de ocho niños “que anidan a ocho en una habitación " y si tenían• verano sabios habrían tenido la oportunidad y el placer de ver al padre que se levanta porque tiene su crisis, la madre quien meurt suavemente sobre su último niño, el resto de la familia que se huye corriendo y que para escaparse a su miseria intenta vaciarse un camino en la sangre.
“Es necesario ver, les dice, es pasionante, es necesario ver a la hora dónde el buen Pasteur conduce a sus ovejas a la Villette, a la hora en que los hijos de familia lanzan con un ruido suave su gourme sobre la acera, a la hora en que los niños que se aburren cambian de cama en su dormitorio, es necesario ver al hombre dormido en su cama plegable a la hora dónde su despertador va a sonar.
“Observe el, escucha el roncar, soña, él soña que va de viaje, soña que todo va bien, soña que tiene una esquina, pero la aguja del despertador encuentra la del tren y el hombre aumentado hunde la cabeza en el lavabo de agua congelado si es el invierno, fétido si es el verano.
“Observe el enviarse, beber su café-crema, entrar a la fábrica, trabajar, pero no se despierta aún, el despertador no sonó bastante muy, el café no era bastante fuerte, soña aún, soña que está en viaje, soña que tiene una esquina, se inclina por la puerta y cae en un jardín, cae en un cementerio, se despierta y grita como un animal, dos dedos le falta, la máquina lo mordió, no estaba allí para soñar y como piensan eso debía llegar.
“Piensan incluso que eso no llega a menudo y que una golondrina no hace la primavera, ustedes piensan que un terremoto en Nueva Guinea no impide la vid empujar en Francia, los quesos de hacerse y la tierra de volver.
“Sino no les pedí pensar; no se me no sorprendió les he dicho observar, escuchar, para acostumbrarustedes, de proponerse agrietar sus billares el día en que los verdaderos elefantes vendrán a reanudar su marfil.
“Ya que esta cabeza así poco viva que remueven bajo el cartón muerto, esta cabeza pálida bajo el cartón divertido, esta cabeza con todas sus arrugas, todas sus grimaces informadas, un día lo sacud con un aire destinado del tronco y cuando caerá en el serrín no dirán ni sí ni no.
“Y si no es les será algunos de los suyos, ya que conocen las fábulas con sus pastores y sus perros, y no es la vajilla cerebral que les falta.
“Bromeé, pero saben, como dice otro, nada bastan a cambiar el curso de las cosas. Un poco de fulmicotón en la oreja de un monarca enfermo y el monarca estalla. La reina lleva a cabo a su cabecera. No hay cabecera. No hay más de palacios. Todo es más bien ruina y luto (18). La reina siente su razón hundirse. Para reconfortarlo, un desconocido con una buena sonrisa, le da el mal café. La reina toma, la reina en meurt y los criados se clavan etiquetas sobre los equipajes de los niños. El hombre a la buena sonrisa vuelve de nuevo, abre el más grande portaequipajes, empuja a los pequeños príncipes dentro, pone el candado al portaequipajes, el portaequipajes a la consigna y se retira frotándose las manos.
“Y cuando digo, el Sr. Presidente, Señoras, Señores: “el Rey, la Reina, los pequeños príncipes”, es para envolver las cosas, ya que no se pueden razonablemente echar la culpa a los régicides que no tienen rey bajo la mano, si ejercen a veces sus subvenciones en su ambiente inmediato.
“Especialmente entre los que piensan que un punado de arroz basta a alimentar toda una familia de Chino durante por muchos años.
“Entre las que ricanent en las exposiciones porque una mujer negra lleva en su espalda a un niño negro y que llevan desde seis o siete meses en su vientre blanco un niño blanco y muerte.
“Entre las treinta mil de personas razonables compuestas de un alma y de un cuerpo, que enmarañó el Seis de Marzo en Bruselas, música militar en cabeza, delante del elevado monumento al Paloma-Soldado (19) y entre las que enmarañarán mañana a Brive-la-Gaillarde, a Rosa-la-Rose o a Carpa -la Judía (20) delante del monumento del joven y de ternero marino que fallece a la guerra como todo un cada uno. “
Pero una garrafa lanzada con mucho por un colombófilo indignado afecta en pleno frente al hombre que decía cómo le gustaba reir. Cae, se venga a la Paloma-Soldado. Los encajonados oficiales aplastan la cabeza del hombre a patadas y la joven muchacha que empapa en acordar el final de su sombrilla en la sangre (21) estalla de una pequeña risa encantadora, la música reanuda.
La cabeza del hombre es roja como un tomate demasiado rojo, al cabo de un nervio un ojo cuelga, pero sobre la cara demolida, el ojo vivo, la izquierda, brilla como una linterna sobre ruinas.
“Llévese el ", dice el Presidente, y el hombre dormido sobre un ensanchador y la cara ocultada por un peregrino de agente suerte del Elíseo horizontalmente, un hombre detrás él, otro delante.
“Es necesario bien reir un poco”, dice al centinela y el centinela lo observa pasar con esta mirada fija que tienen a veces vividores delante de lo malos.
Recortada en la cortina de hierro de la farmacia una estrella de luz brilla y como Reyes Magos en mal de niño Jesús, los ayudantes de carnicería, los negociantes de edredones (22) y todos los hombres de buen corazón comtemplan la estrella que les dice que el hombre está dentro, que totalmente no se murió, que se está quizá ocupando ella y todos esperan que salió con la esperanza de acabarlo.
Esperan, y pronto, a cuatro piernas debido a la demasiado pequeña apertura de la cortina de hierro, al juez de instrucción penetrado en la tienda, el farmacéutico observó la ayuda y le muestra el hombre muerto, la cabeza apoyada en el pesar-bebé.
Lo juzga y se pregunta, y el farmacéutico observa al juez preguntarse si no es el mismo hombre que lanzó confettis sobre el coche fúnebre del mariscal y que antes, colocó la máquina infernal sobre el camino del pequeño cabo (23).
Y luego hablan de sus pequeños asuntos, sus niños, sus bronquios; amanece, se extraen las cortinas en el Presidente.
Exterior, es la primavera, los animales, las flores, en las maderas de Clamart se entienden los clamores de los niños que marrent, es la primavera, la aguja se desconecta en su brújula, el binocard entra al bocarte (24) y el grande dolichocéphale sobre su sofá se baja y hace a la loca.
Hace calor. Enamorados los fósforos rescoldos vautrent sobre su cepillo, es la primavera, el acné de los colegiales y he aquí la muchacha del sultán y el domador de mandragoras, he aquí los pelícanos, las flores sobre los balcones, he aquí las regaderas, es la bonita temporada.



El sol brilla para todo el mundo, no brilla en las prisiones, no brilla para los que trabajan en la mina,
los que escalan al pescado
los que comen la mala carne
los que fabrican las horquillas
los que soplan vacíos las botellas que otros beberán llenas
los que cortan el pan con su cuchillo los que pasan sus vacaciones en las fábricas los que no saben lo que es necesario decir
los que tratan a las vacas y no beben la leche aquéllos que no se duermen en el dentista los que escupen sus pulmones en el metro
los que fabrican en las bodegas las Plumas con las cuales otros escribirán al aire libre que todo va para mejor
los que tienen demasiado que decir para poder decirlo los que tienen trabajo
los que no tienen lo que buscan
los que no buscan
los que dan a beber a los caballos los que observan a su perro morir
los que tienen el pan diario relativamente semanal
los que el invierno se calientan en las iglesias los que el suizo envía calentarse afuera el que se estanca
los que querrían comer para vivir los que viajan bajo las ruedas los que observan el Sena pasar
aquéllos que se comprometen, que se agradecen, que se aumentan, que se disminuyen, que se dirigen, que se excavan, que se pegan
los cuyas huellas se toman
aquéllos que se hacen sacar de las filas al azar y que se tiran aquéllos que se hacen enmarañar delante del arco los que no saben tenerse en todo el mundo
los que nunca han visto el mar
los que sienten el lino porque trabajan el lino los que no tienen el agua potable los que se dedican en el azul horizonte
los que lanzan la sal sobre la nieve pero con un salario absolutamente ridículo
los que envejecen más rápidamente que otros
los que no se bajaron para recoger el alfiler los que estallan de problemas el domingo por la tarde porque ven venir el lunes y el martes, y el miércoles, y el jueves, y el viernes, y el sábado y el domingo por la tarde .