sábado, 23 de septiembre de 2017

ESTOS QUE SE COMERÁN LOS GUSANOS


Y te vi con tus calcetas blancas, caminando de prisa cruzando el parque
Y te vi con tu uniforme impecable y el pelo colgando sobre los hombros
Y te vi sonriente al sol cargando los cuadernos, riendo con tus amigas
Y te ví en clase de educación física haciendo ejercicio en el parque
Y te vi, platicando con aquel joven delgado y peli largo
Y te vi, los sábados, en los bailes de local del sindicato
Y te vi, sonreír y disfrutar en cada sombra, y bajo cada árbol del parque
Y te vi de la mano, persiguiendo los sueños adolecentes
Y te vi llorar, gritar y correr detrás del joven delgado y peli  largo
Y te vi, caminando de prisa , cubriendo  tu pancita, y vistiendo las esperanzas
Y te vi, correr, tras las marcas de la pobreza , las limitaciones y el desamor
Y te ví, pálida y delgada, cargando tu pecado de amor
Y te vi en el parque paseando en coche a tu bebé
Y te vi, uniformada, saliendo por las mañanas a tu trabajo
Y te ví, sonriente y satisfecha los días de pago
Y te ví en la tienda, chiniando tu bebe y haciendo tus comprados
Y te ví llegar al barrio de pasajera de una moto
Y te ví llegar en la moto en altas horas de la noche
Y te vi salir en la moto los fines de semana
Y te vi con el piloto de la moto amanecer en tu casa
Y te vi junto a él, y tu niña paseando en el parque
Y te ví en el mercado comprando para tu hijita
Y te vi con el piloto en la pupuseria, sonriente y contenta
Y te vi en la moto cargando tu  pancita aprisa para el trabajo
Y te vi embarazada jugar en el parque los domingos con tu niña
Y te vi en el bus con tu embarazo aprisa para el trabajo
Y te vi en la ambulancia viajando para tu parto
Y te vi regresar con tu maletita bajo el brazo

Y te vi correr a la clínica del barrio con el niño
Y te vi salir uniformada a prisa para el trabajo
Y te vi regresar por la noche en un carro rojo
Y te vi regresar por la noche en un carro azul
Y te vi regresar por la noche en un carro gris
Y te vi bien arreglada y maquillada salir por las noches
y te vi  parada en la esquina del barrio 
 Y te vi abordar un carro y regresar a la esquina
Y  te vi por la noche paseando por la cuadra
Y te vi  acompañar a un hombre a la pensión
Y te vi en el mercado comprando para tus hijos
Y te ví pasear por el parque de la mano con el mecánico del barrio
Y te ví en las bancas del parque acariciando sus canas
Y te ví chistando  y sonriente con el señor mecánico
Y te ví en el mercado comprando para tus hijos
Y te vi con delantal, atareada, regañona y autoritaria
Y te vi, llevando el almuerzo al taller de tu pareja
Y te vi llevando los niños a la escuela
Y te vi, discutiendo con aquel hombre delgado y peli largo
Y te vi correr y te vi llorar y te vi suplicarle
Y te vi salir a pasear con tu familia los fines de semana
Y te vi abrazar a tu pareja, llena de gozo y felicidad
Y te vi  en el parque compartir mango pelado y minutas con tus hijos
y te vi salir llorando de la pensión del barrio
y te vi caminar cabizbaja y sin rumbo  por las aceras del parque
Y te vi, llevando el almuerzo al taller de tu pareja
Y te vi salir contenta de la pensión del barrio
Y te vi en el parque discutiendo con el hombre delgado y peli largo
Y te vi regresar de la playa con tus hijos y el señor mecánico
Y te vi caminar desesperada por el  barrio
Y te vi entrar a la iglesia y salir compungida y triste….
Y te vi en los arriates del parque
Y te vi desangrada
y te vi muerta

Y te vi  en paz.