lunes, 21 de junio de 2021

URGENTE Y PARA DESPUES

 

La ley  BITCOIN , no es prioritaria

Lo urgente es el rescate de los fondos  AFP

Rescatar los fondos AFP no es prioritario

Lo urgente es revertir Dolarización

Revertir Dolarizaciòn no es prioritaria

Lo urgente es poder pagar los compromisos del Estado

Pagar los compromisos no es prioritario

Lo urgente es evitar las inundaciones

Evitar las inundaciones no es prioritario

Lo urgente es mejorar las carreteras

Mejorar las carreteras no es prioritario

Lo Urgente es mejorar sistema de salud

Mejorar sistema de salud no es prioritario

Lo Urgente es erradicar la delincuencia

Erradicar la delincuencia no es prioritario

Lo urgente es disminuir el desempleo formal e informal

Disminuir el desempleo no es prioritario

Lo urgente es mejorar el sistema educativo

Mejorar sistema educativo no es prioritario

Lo urgente es Vivienda digna para todos

Vivienda digna para todos no es prioritario

Lo urgente es erradicar la pobreza extrema

Erradicar la pobreza extrema no es prioritario

Lo urgente es que todos comamos

Que todos comamos no es prioritario


   Lo urgente es que no haya niños trabajando 

             ni  durmiendo en las calles


sábado, 22 de mayo de 2021

Dècima avenida, de mis amores, 1957-1975








 





Cientos de recuerdos, cientos de vivencias, el Mesòn San Jorge, la cuadra….

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Al   Alli, iba a ensayar el baile LA BAMBA, para la clausura del primer grado (1961), en casa de la Srtia. Lucinda Mendez, en la esquina de la 11 calle oriente




 Vivía con una familia que tenia crianza de perros chiguagua,  era familia del loco Semita, y los niños Elber y hermanos, las otras señoritas eran blancas y ojos claros.

-          Ver a Tito Carìas en el balcón de la casa contiguo al Mesòn, luego en ese mismo balcón al Mago Alfa, enamorando jovencitos.

-          El mesón Orellana, con un enfermito que pasada medio desnudo en el patio, después lo botaron y construyeron una casa y un local que sería la abarrotería Flamenco.

El   El laboratorio fotográfico en el local contiguo a la sorbeteria, después ocupado por un muchacho moreno que hacìa santos en plomo y estaño.

-          En el bar Jiboa con su ròtulo Aguila Blanca licor allí vi a Gil Medina, tocando con una marimba hecha de copas de vidrio, las puertas de madera giratorias y el jardín o pequeño bosque donde se departía (la boca de jocotes)

-          El palo de mango de Paco Flores, donde trepando a dicho palo, se lo comieron las avispas y salió disparado a una pila, cuando Paco me  enseño el sable militar de su tìo.

-          Vi pasar continuamente a Carrito, el que se creía bus

-           y al Dr. Fidias Jiménez, un hombre de sombrero y saco,  arqueólogo famoso

-          Y vi cuando chico anda báñate, le tiró un ladrillo a unos jóvenes que le gritaron su apodo, bien vi cuando le rebotó el ladrillo en la cabeza a uno de ellos.

-          A comprar 1 libra de azúcar en cono de papel, a la tienda de las viejitas a la entrada del pasaje Vilanoba

-          El molino de Nixtamal, local ruidoso, y obscuro  pero indispensable para las tortillas

-          A la par del molino un balcón con un señor asomando la cabeza y cortejando a muchachos jóvenes que pasaban de noche (todavía vivo)

-          A platicar con Don Miguelito, dueño de la tienda de la esquina de la 9ª. Calle, que tuvo un final muy triste, también recuerdo a su esposa departiendo cervezas con unos hombres en la tienda.

-          Ver pasear a Prof. Palmer, con un gran parecido a Lois Astrong, hasta en su tono de voz

-          Ver todos las mañanas mi tío Bigote, leyendo el diario, con su nieto Vladimir, en la esquina de la 11 calle, donde tenía la peluquería Tito Huezo, sub director de la Esc. Gamboa de la tarde.

-           Mi primer amor Albita, la niña colochita de la sorbetera contiguo al cine y enfrente al mesòn.

-          La araña del Cinelandia, de elegantes cristales, que giraba destellando colores

-          La  vitrina de la venta de dulces del cinelandia y los asientos de madera de la sala espera, los pasamanos para la fila de la taquilla, el telòn rojo para entrar  al cine.

-          El casco rodando del policía municipal que Rolo el tosco, lo sacudió de un puñetazo

-          El pasaje Vilanova donde vivìa Melcocha y la Radio Vanguardia y el gallo y los gemelos que estudiaban en el Liceo y donde iba a amontonar a las cippotas.

-          El pasaje Vilanova concurrido cuando abrían la salida del cine.

V    Violeta, la señorita ojos amarillos que se sentaba en el balcòn, hermana de Kiko y Pijita

      Mantequita, saliendo de la casa contiguo al mesòn

-          La Blanquita, mi segundo amor y su hermanito corte pato bravo

-          El taller de zapaterìa de Don Victor, donde estuve aprendiendo para alistador 

       El piano de cola del papà de Memo Flamenco, Doña Alicia, siempre elegante y amena

         La sala donde practicamos el boxeo con los guantes de Memo, su acordeòn y las picardìas de cipotes que compartimos 










El

-          

sábado, 2 de enero de 2021

 

Los pozos

(Amado Nervo)

—¡Madre, madre me muero de sed!

Si supieras qué sueño he tenido...

−¿Qué soñamos mi amor?—Pues soñaba

que vivía en un raro planeta,

glacial, cristalino.

En un raro planeta de hielo,

habitado por seres blanquísimos

y de un rubio ideal, que moraban

muy felices en medio del frío.

 

Los enormes, translúcidos témpanos,

azulados, a la luz de un tímido

satélite verde, fingían fantasmas

envueltos en linos

irreales, o montes absurdos

de amatistas, topacios, zafiros...

 

Y recuerdo también madre mía,

que en ocultos sitios

llenos de misterio,

vigilados siempre por custodios, rígidos,

gigantescos, mudos, habría unos pozos,

unos pozos hondos... hondos, ¡de aire líquido!

 

Era ciento ochenta grados bajo cero

su temperatura...

           − ¡No delires, hijo!

— ¡Ciento ochenta grados bajo cero, madre!

Y si por descuido

un bloque de hielo caía en un pozo,

hirviendo al contacto de aquel cuerpo ígneo

se alzaban columnas de vapor de aire

lanzando, rabiosas, sus agudos silbos...

 

Esos pozos estaban cubiertos,

y muy recatados y muy escondidos.

...Pero yo, muriendo de sed, fui a buscarlos,

fui a buscarlos, madre, pero entre los riscos

de hielo, con ansias de apagar la lumbre

de mis fauces ávidas (mientras que, dormidos

los rubios guardianes yacían al borde

de cada hoyo estigio).

 

Y abriendo la tapa de uno, del más grande,

por inadvertencia resbalé al abismo

¡Resbalé a la sima negra, en cuyo fondo

había aire líquido!

 

¡Oh qué sensación deliciosa, madre!

¡qué estupendo frío!

¡Por fin a esos labios de brasas, la fuente

mayor de frescura refrigeraríalos!

 

¡Pero no acababa de caer al fondo!

¡No llegaba al líquido!

Nunca terminaba mi derrumbamiento:

¡sólo iba creciendo mi frío!

 

...¡Al fin llegué, madre, llegué, qué ventura!,

¡qué baño divino!,

¡qué inmersión silenciosa en las linfas

insondables del pozo dormido...!

 

Mas ¡ay!, que al contacto de aquellos caudales,

de aquellos caudales claros y tranquilos,

sentí que mi cuerpo se cristalizaba

como un gran diamante volviéndose nítido.

¡Era yo un cadáver de cuarzo! ¡Un cadáver

infinitamente frío, frío, frío!

 

¡Pero libre, madre, de sed para siempre!

¡De esta sed inmensa que ya no resisto!

 

¿Por qué he despertado? ¿Por qué volví al horno

de este lecho...? ¡Madre, tu vaso está tibio!

...¡Llévatelo! ¡Quiero que me des un vaso

de aquel aire líquido!



 Para una buena plàtica, enmedio de una par de aquellos que vendìa Juan Lagarto o el Cacho.