Hazme suave el instante
Hazme suave el instante. Mañana, esta noche talvez he de partir.
Y será para no volver .... Para ya no volver jamas... jamas...
Pasaran milenios y edades y eternidades y yo no volveré.
Rodaremos de mundo en mundo por toda la intensidad de los cielos y no volveremos a encontrarnos.
Y aun si nos encontramos aquí mismo, una y otra vez, no sabrás quien soy yo, ni yo te reconoceré.
Porque solo se encuentran los que se compenetran : Los que vencieron la barrera de la separación, los que se adivinaron y se sacrificaron, uno en aras del otro, los miles de egoísmo del ser.
Por eso hazme suave el instante: porque una vez muera; una vez la primera palada de tierra caiga sobre mi féretro, ya nada servirá que me llores y que te lamentes de no haberme endulzado el amargo vivir.
Ahora, que vivo o padezco, todo es hiel o miel para mi alma.
Una sonrisa, una palabra, una mirada, un simple gesto cordial es medicina y alivio para mi atribulado corazón.
Después ya perdido en las tinieblas del sepulcro, nada me servirá.
Ahora me puedes dar amor.
Después solo palabras vanas y lagrimas tardías.
Por eso, hazme suave el instante, hazme suave el instante, si es que sientes deseos de endulzarme el amargo vivir.
Alberto Masferrer
1 comentario:
que tal chero...
este poema me remonto a tercer ciclo basico...
buen blog
saludos
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