Desde hace unos cuarenta años, no uso regularmente el
transporte público, el trabajo “esclavo”
en las minas de sal, me ha permitido
tener desde peroles, perolitos, carcachitas, champas con ruedas, etc.
Cuando lo he usado, siempre me ha parecido una mierda, buses
destartalados, asientos de madera, incomodidad, falta de respeto al usuario,
inseguridad, contaminación.
Luego en la selva de asfalto, lo que noto es que los
motoristas, si, esos remedos de personas, son unos abusivos, patanes, cafres, irrespetando
las señales, el reglamento de tránsito se lo pasan por los eggs, provocando
accidentes, atropellos, y atentando contra la salud mental y física de la
gente, sobretodo la más humilde.
La mayoría de personas solo piensan en su comodidad, son los que no respetan las leyes, las que hacen cruces imprudentes, hacen dos o tres carriles, los que se pasan los altos, porque es su psiquis, tiene derechos, tiene prioridad, la ley del "vivo".
Mucha culpa la tienen las autoridades, permiten, se corrompen, no son contundentes con la aplicación. Se ven en las calles, vehículos que son un atentado a la vida tanto del conductor como de los vecinos,
Además con esas tramas políticas y trances, el servicio
público que está en manos privadas, manejado por verdaderas mafias, ha
explotado la fragilidad de las leyes al respecto, obteniendo todo tipo de
prebendas, tales como la circulación ad-infinitum de las cacerolas ambulantes,
verdaderos monumentos a la contaminación y a la inseguridad, además subsidios,
precios preferenciales, amparados en el concepto que es un servicio público concesionado
a privados.
Mi opinión es que ese proyecto SITRAMS, ha ayudado a las personas, llegando
más temprano, seguros, ordenado, es obvio, que ha provocado unos inconvenientes
muy severos en la población, el diseño-como todos los sistemas en el mundo- exige
un carril especial para dar y brindar el servicio ofrecido, buses ecológicos, a
tiempo, organización, estaciones seguras, etc.etc.
Todos esos malestares, se compensan con las ventajas para
los usuarios que no pueden adquirir un vehículo privado, aunque un sector se ve
afectado. (Los menos).
Después de la medida cautelar, muy cuestionada por los que
saben de los recovecos de las leyes, que si se recusaron, que la concesión es inconstitucional,
que la licitación, etc.
Mi opinión es que debería prevalecer el bien común. Las
decisiones de los magistrados están sesgadas por el interés político de hacer
ver mal al gobierno, con intenciones
electoreras. No cabe duda. ¿Es prioritario para el país esas medidas
cautelares y resoluciones?.
No hay otras
más importantes como la de resolver el déficit fiscal, promoviendo una
legislación que evite la evasión y elusión.
El marco regulatorio del pago de
impuestos del sector informal. Que se proceda judicialmente contra funcionarios
corruptos, en negocios y concesiones fraudulentas, de cualquier color político,
hay decenas sino cientos de procesos abiertos, presentados oportunamente.
Muchas demandas están
durmiendo el sueño de los justos, por ejem. La concesión de la recolección de
los desechos sólidos, millonarios negocio en manos privadas, la ley de agua,
vaya, que resuelvan la soberanía de la Isla Conejo, la ley de amnistía, la dolarización, la concesión
amañada de espectro radio eléctrico, la venta de ANTEL, el TLC, todos aprobados
con serias afrentas a las leyes establecidas y que tienen demandas pendientes.
No, proceden con extrema prioridad contra el proyecto símbolo
de la gestión de Gerson al mando del MOP, así como han bloqueado otras
gestiones del actual gobierno.
Todas las opiniones leídas algunas de personas que de
acuerdo a mi perspectiva, sensatas, opinan en contra del proyecto y a favor de
la medida, aunque según mi modesta, solo piensan en ellos, y los demás
favorecidos que vean como hacen.
Y hacen alarde de una inconstitucionalidad con
un celo que puta, digo, se olvidan que eso siempre ha estado de adorno, porque
no gritan con esa fuerza por los terrenos que el Estado le regaló a una
universidad, el canal que se regaló a AGAPE, las concesiones que se apropió el
grupo Samix.
Bueno, teníamos telefónicas, y bancos ahora todo es privado, el colmo,
teníamos oficinas para sacar las cédulas y las licencias, la comida de los penales, ahora todo privado. Y el colmo nivel Dios, teníamos fondo de pensiones y ahora pagamos hasta el 12% para nos cuiden
nuestros ahorros.
En fin, jodámonos todos. Como dijo el poeta, “deberían de
dar premio de resistencia por ser salvadoreño”.
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