La tarde estaba luminosa, el calor sofocante, habíamos
estado entrenando, algunas jugadas no las podíamos ejecutar, pues, el tipo de
juego nuestro era más emotivo, más de garra, desorganizado, nuestro entrenador,
MEMO EL PINGÜINO, nos aplicaba el
respectivo chicharrón, “las parrillas”, el marcaje, rompimientos, etc.
Además nos
alentaba a hacer algunas jugadas pre concebidas, en fin, la segunda del equipo
ASES, tomaba como referente a la primera categoría, - legado de grandes hazañas
deportivas- donde estaban los buenos y las leyendas. Lo conformábamos jóvenes estusiastas, viciosos del juego de basket y que merodeabamos por el parque, por el CINELANDIA, por la calle Celis, etc. etc.
Ese equipo de la segunda categoría del equipo ASES, sería en meses posteriores el CAMPEON INVICTO del torneo municipal de la ciudad de Mejicanos, en una gesta gloriosa y luchando contra equipos fuertes tanto locales (TUPAMAROS- MONTONEROS), y otros equipos provenientes de colonias y barrios del gran San Salvador.
Ese equipo de la segunda categoría del equipo ASES, sería en meses posteriores el CAMPEON INVICTO del torneo municipal de la ciudad de Mejicanos, en una gesta gloriosa y luchando contra equipos fuertes tanto locales (TUPAMAROS- MONTONEROS), y otros equipos provenientes de colonias y barrios del gran San Salvador.
El entreno había estado
extenuante, pero nos animaba que en el torneo dela ciudad de Mejicanos íbamos invictos, faltando poco para terminar. Solo faltaba jugar con el equipo LOS TUPAMAROS, que eran los locales y los mejores.
Algunos nos habíamos quedado alrededor de la cancha, pues el
parque se consideraba nuestra casa y lo único que no hacíamos en él era dormir, haciendo el tiempo para después continuar con nuestro pasatiempo cotidiano, el mascón, ya sea de parejas, tríos o si se podía la LARGA. mejor todavía.
Unos cipotes (DE LOS CHIQUITOS) jugaban en el aro sur y se
oían sus gritos hasta donde estábamos, que era en las bancas alrededor de la
entonces fuente, con el cipote chulón parando el pito, algunos les vociferaban
los apodos y bromas gritando.
Luego, aparecieron por las gradas altas del parque enfrente
de la Farmacia Salamanca, venían con una pelota de básquet, la traía un
muchacho delgado en extremo, seguido por un grandulón en donde le sobresalía una
gran cabeza con peinado afro y luego un joven pequeño pero con pelo largo y pegado
a un gran bigote, todos vestidos estrafalariamente como los hippies, (pantalón acampanado, camisas de colores
brillantes y pelo largo) hippies, en la versión guanaca.
Sin tardar se apoderaron del aro norte y empezaron a hacer
maniobras y piruetas con la pelota, enfocándose más en las bromas y piquetes
que en lanzar la bola a la cesta y anotar.
Después se supo que el muchacho delgado era Juan apodado EL
LARGARTO, el grande era Antonio Avilés, llamado ROLO y el bigotudo era Luis Alonso, llamado por su
apodo familiar “BIGOTE”, los cuales
vivián sobre la 11 calle o sobre el final de la 12 avenida, a pesar de la
cercanía era muy poco frecuente que llegaran al parque, pues ellos tenían otros
espacios y otros entretenimiento, tenían equipo federado de fútbol y sobretodo gustaban permanecer en las esquinas del barrio donde se pasaban disfrutando del
ambiente horas tras horas, noche tras noche, días tras días. Siempre contando las pasadas, era muy frecuente permanecer alrededor de algun personaje, escuchando las aventuras y desventuras. Mamalola, chobeta, el chele tana, eran insutituibles.
Eran
unos Loquillos, risa tras risa, el más BAYUNCO era Juan, pues parecía disfrutar
de cada pirueta, movía la cabeza como los tenquereches, Luis le seguía las
bromas con unas carcajadas sonoras sacadas de su pequeña panza y Rolo se limitaba a ver si anotaba con cada
intento de encestamiento, su voz era como de niño, casi siempre quejándose.
Todos parecían muy divertidos, los que los mirábamos, nos
quedamos clavados, viéndolos, pues pensaba que estaban tomando a broma algo tan
serio como un mascón. Sobretodo que acabábamos de terminar un estreno.
No dejaban de hacer Cabriolas y reírse de todos los mates y ademanes
que hacían con la pelota, CAGADOS DE RISA.
Sus maniobras eran chistosas, imitando a los GLOBESTROTERS
ese equipo de leyenda famoso por sus malabares con la pelota en la cancha.
Estuvieron un buen rato, y al final como llegaron se fueron,
después de saludar a los que estábamos sentados en las bancas, que no salíamos
del asombro, pues todos éramos conocidos y nos intercruzabamos en otras
actividades y jodarrias.
Investigaciones posteriores, han descubierto que esa tarde
los tres susodichos, se habían fumado media lata de la mota, verde limón, traída
directamente de las montañas de Guatemala.
Rolo, (QEPD) con el tiempo se fue integrando a la majada y
pudo finalmente desarrollar un juego, poco vistoso, efectivo en la defensa, la
personalidad belicosa, le acarreó más de alguna pelea, de las cuales en la
mayoría salió ganador, de hecho se fue convirtiendo en el referente del juego de
choque y rudo, llamándolo con el apodo de “EL TOSCO”, por el que fue conocido
en el parque, por todos los cipotes y mayores.
El bigotes, se integró al juego de los jóvenes, manteniendo
la actitud divertida y formal, le terminaron llamando “EL VIEJO”, no despuntó como buen forward, pero siempre
fue incluido en los partidos, llegando a disfrutar de los mascones y los tiros
de a cinco.
Juan Lagarto, fue un buen jugador de fútbol, no se involucró en los equipos tradicionales de basket del parque y
sus llegadas fueron esporádicas, casi siempre con amigos del final de la 12
avenida, llamada LA PUNTA DEL ESTE, reconocido lugar donde se compartían además
de la mota, todo tipo de aventuras y anécdotas.
En una de esas aventuras, los muchachos de la PUNTA DEL ESTE, por medio de LITO un muchacho vecino de la 12 Ave., organizaron un equipo de basket para ir a jugar a SAN IGNACIO, CHALATENANGO, para las fiestas patronales de 1977, -Lito, Felo y Mario Contreras tenían parientes en dicho poblado.
El partido entre los jóvenes de San Salvador - entre los cuales sobresalia NINO CEBOLLA, el chino milton y otros refuerzos, además de los jóvenes de la PUNTA, incluidos Lagarto , Rolo y Bigote y los oriundos del pueblo era parte importante de las fiestas. De alguna manera se consiguió un pick up, apretados pero entusiasmados nos trasladamos al pueblo.
Fuimos recibidos como invitados especiales, con gran algarabía y respeto, el juego era parte culminante de las fiestas del puenlo, y nos habían anunciado como "equipo de la capital"por el Comité organizador y después del protocolo respectivo, empezó el partido.
Fuimos recibidos como invitados especiales, con gran algarabía y respeto, el juego era parte culminante de las fiestas del puenlo, y nos habían anunciado como "equipo de la capital"por el Comité organizador y después del protocolo respectivo, empezó el partido.
El partido muy parejo, pues los locales eran muy buenos, y los visitantes no habíamos nunca entrenado juntos, más ibamos por la divierta y sed de aventura, SAN IGNACIO, era en ese tiempo bien lejos, pueblos del norte de EL SALVADOR, FAMOSOS POR SUS MONTAÑAS Y SU CLIMA FRIO. Años despúes sería famosa LA PALMA, por sus artesanías.
Faltando segundos, anotamos por un error de la defensa contraria, por el chino por ser zurdo se coló por la orilla, entre la defensa y con un tiro de gancho anotó; pero el arbitró había pitado segundos antes, lo cual dió lugar a un conato de pleito entre los jugadores, con esa canasta los visitantes, es decir nosotros, ganábamos por un punto. Finalmente se acepto el pito del arbitro y los locales ganaron.
Luego fuimos invitados al baile oficial de las fiestas en donde estaba de moda la canción DANCING QUEEN, DE ABBA. ..........
Cada uno de nosotros somos una bolsa de anécdotas y
aventuras, cada acto fue quedando impreganada en la historia del parque
Centenario, las cuales se van
haciendo leyenda conforme pasa el
tiempo, las generaciones posteriores pueden gozar de estos relatos reales e
imaginar ese mundo tan mágico, tan divertido, a pesar que nos inundaba la
pobreza y las limitaciones materiales e intelectuales.
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