sábado, 3 de junio de 2023

MI tío Luis

 

Talvez fuiste un teutón o talvez un  austriaco

talvez fuiste un subrepticio noble

que huyendo de algún celoso  marido

perdió abolengo, trono y ruedo

y se vino con los pobres, a mejorar su destino

 

Tu sentido  de justicia, superaba el bien y el mal

de allí tu certero juicio, y tu flagrante denuedo

Todo el tiempo nos mostrabas respeto a tu madrecita

esa viejecita santa, que tanto y tanto te amó

 

bigote, bigote, cuanto te extraño

 

Tu agudo silbatazo, reinaba todo el ambiente,

resumía  la justicia, disciplina y  alarma

con tu postura castrense desde el dintel  de la puerta

emitías tu sonido , aristócrata y elegante

 

bigote, bigote, donde estas?

 

Te imagino con los brazos cruzados , por las esquinas del barrio,

Sobresalía tu porte, elegancia y estilo

Tu blanca piel,  el  tupido bigote,

tu pecho y brazos peludos

Tan extraños y admirables entonaban tu presencia

 

Con tu gorra irlandesa y con tu chumpa de cuero

Inundabas con silbidos las calles y callejuelas

En medio de suelas , martillo y clavos

Tu silbidos nos mostraban otra  forma de sentir

Todo el barrio te quería

Todo el barrio te admiraba

Todo el barrio te temía

 

Siempre cauto, siempre altivo, siempre pulcro

de esos obreros que la sombra de la pobreza no cala

de esos hombres valientes y de una sola palabra

 

Fuiste escudo protector, que repelía los dardos

en ese pobre y viejo barrio de costumbres tan extrañas

donde siempre gana el fuerte y pierde el que no se queja

 las calles fueron testigos de tu justicia y coraje 


tio Luis, tío Luis

 

Prolijo con los anuncios, de esa mitad inquieta

armando revoluciones y todo tipo de tretas

tus consejos imponías la paciencia y la  prudencia

Seguido de un par de golpes, si a señas no se aprendía

 

Un chiquillo con tus bromas, de las masitas en mesa

eras un joven en celo, con las muchachas  coquetas

eras valeroso hombre cuando se trataba de honra

eras anciano amable, con niños y jugarretas

 

Tio luis, Tio Luis

 

Y al final, cuando te tocó,   arribar 

donde todos llegaremos

te encontró agradecido a la luna y las estrellas

En ese invierno herrante, solitario y apagado

encondía al propio Luis, bajo el manto de bigote

fingiendo estar sufriendo de locura y de miseria

cuando como siempre,  estabas,

luchando con tus demonios

y silvándole  a la muerte…

1 comentario:

Anónimo dijo...

El gran “Luison” Bigotes , contemporáneo de quien llamábamos cariñosamente. “El Chucho Beto” y “El Chivazo”