martes, 2 de marzo de 2010

Ese primero de marzo de 1977.




La noche anterior habia estado explosiva, la guardia habìa ido a sacar a todos las personas del parque Libertad que protestaban por los resultados de la ùltima elecciòn presidencial.Los cuales se habian realizado con marufias y fraudes de parte del partido en el gobierno PCN:

Dias anteriores, el coronel Claramont noche a noche arengaba e informaba al pueblo acerca del fraude y convencìa que la resistencia y el no reconocimiento de los resultados daria un mensaje adecuado a las circustancias y a los que ostentaban el poder local e internacional y asì se podrìa cambiar el resultado de las elecciones. (ilusión muy respetada pero completamente fuera de la realidad)

Noche a noche la plaza Libertad se ponia alegre y el ambiente ademas de la seriedad y contundencia de la decisión tomada de no aceptar los resultados se tornaba en algarabía y encuentros de amigos y compañeros de partido, la llegada de grupos de mùsica, danza, poesìa y los consabidos discursos llenos de emociòn a cualquiera sacudìan hasta los tètanos de los huesos, nosotros los vecinos del parque Centenario, ibamos a apoyar, sobretodo a hacer bulto, regresabamos a las 12 o una de la mañana.

Esa noche del 28 de febrero fueron a la plaza mi mamà con mi sobrina paty de 10 años y de regreso cuando cenàbamos me dijo que estaba turbio el ambiente y presentía algo malo a suceder, demás está decir que mi mamá habia sido testigo y quizas participante (nunca me dijo) de las campañas del partido UNION DEMOCRATICA del dr. Romero y de los movimientos y golpes cuando Chema Lemus. Me dijo que: por un lado mucho màs gente en el parque Libertad, pero el perìmetro camino al mesòn, bastante desolado, como que algo se estaba preparando, algo no huelìa bien.

Los discursos adentro del parque, retaban a la Guardia que llegara, que los esperaban para darles verga, algunos conocidos del barrio andaban montando piquetes y encrucijadas en las esquinas, con garrotes, cadenas, corvos y por allà escamoteada una pistolita 22, recuerdo a Ovidio alero de mi primo Chepe Bigotes encabezando una columba con un madero con clavos.

Lo que pasò esa noche, ya es historia, historia de la que estamos obligados a no olvidar, ni nosotros ni los que vienen detrás.

Trabajaba en el diaro que quedaba sobre la primera avenida y tercera calle, frente al exmercado Emporioum, y allì vi desde la azotea , ese primero de marzo cuando una manifestaciòn de estudiantes del INFRAMEN, que venìa protestando de occidente a oriente, fuè agarrada a balazos por la Policìa nacional, desde lo que era Freund y hoy locales de los excines España hacia el cine central, provocando un gran relajo y estampida de gente por todo el centro.

Toda la actividad comercial se parò y como se pudo regresamos a nuestras moradas.

Por la tarde, nos juntamos con mi alero, Carlos el Salesiano, con el cual compartìamos un cuarto de mesòn sobre la 7 calle (hoy Juan Pablo), cerca del parque. En la esquina habìa una tienda cuyos dueños eran la familia SIU de origen chino, grandes cheros. Dicho cuartito, lo tenìamos adornado con un poster grande del CHE, un poster del poema de amor de Roque y parte de los volantes que recogìa carlos en la universidad donde estudiaba ingenierìa, “Revoluciòn o Muerte”, habia ademas de la cama unos libros entre los que incluìamos el manifiesto comunista del cual solo habia leìdo el pròlogo (aun ahora), uno de martha Harnecker y comunicados de los universitarios organizados.

A eso de las 3 de la tarde, sentados en la grada del zaguàn y reflexionando acerca de la angustia del ser, del no ser, de la realidad ùltima y la realidad ìntima, de la vanalidad de la vida y la no existencia de los frugrales tòpicos de experiencia lùdica y la contemporaneidad del poder y la muerte y otros temas que solo los podiamos entender y precisar compartiendo un puro de mozote colombiano que carlos habia traìdo de la U.



Cuando, como del rayo, un camiòn lleno de Guardias en la esquina de la 10 Av y la 7ª. (hoy Juan Pablo), unos se bajaron y corrieron hacia el parque centenario, otros daban seguridad al camiòn y dos parejas se vinieron hacia nosotros, discretamente LION SIU fuè a cerrar la puertas de la tienda, nosotros nos arrastramos hacia dentro del mesòn y corrimos hacia el cuarto a ventilar con diarios para ver si disipabamos el olor del monte, lo demàs era por gusto.





La tìa Blanca vivìa en otro cuarto, y con un temperamento que todos esos estereotipos de mujer solterona, ruda y enojada se quedan en parvularia, asì que cuando la pareja de guardias quizo entrar al mesòn ella les saliò al paso y no los dejò entrar, vituperiandolos de tal forma que los guardias se sorprendieron  y los mando de regreso. Los guardias siguieron de paso.

Cuando oìmos que el motor arrancò y se fuè, salimos a ver y pude sentir a mi parque violado, solitario, triste...como diciendome, Esperate! Que todavìa falta.

Ahora que frecuento mi parque Centenario, prefiero imaginarlo lleno de cipotes siguendo al diablo en el reparto de juguetes dicembrinos o con los patinadores de los sábados por la tarde o lleno de gente tratando de ganar golosinas en las fiestas agostinas.

 No se vale olvidar lo que pasó en la plaza Libertad ese 28 de febrero: los ocupantes de la plaza fueron sacados a la fuerza, los pocos pudieron huir por las calles de san salvador hacia el sur y unos pudieron refugiarse en la iglesia El Rosario. De Ovidio nunca supe más.

















2 comentarios:

Hombres Contra la Violencia, el salvador dijo...

Y los bomberos lavaban la sangre de nuestros martires, con sus sentos chorros de agua en ese parque...

pichota dijo...

yo vivia serca pegado a la biblioteca nacional y cualquier bulla enen el parque libertad hibamos de metiches disque a apoyar cuando sonaron los primeros balasos salimos volados del lugaren la esquina delmercado cuartel y biblioteca estaban balando mas guardias pero pasamos volando ala par de ellos lo recuerdo muy bien