viernes, 19 de octubre de 2012

De aleros y cheros




La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno.                                                            Erasmo.

Soy admirador de este incomprendido holandés,  me gusto de sobremanera esta frase atribuida a él y me dio por reflexionar acerca de esto.

La cherada constituye una relación de amistad, compañerismo, convivencia, etc.

Pero en el barrio, los cheros, son los cheros y los amigos más de lejitos, o más distantes, así como el “alero” es el prototipo del amigo, el incondicional, el confidente, el  alter ego, el otro yo.

Yo no sé si uds. Pero con mi alero experimentábamos algunas cosas extraordinarias, por ejemplo la telepatía, siempre uno adivina lo que el otro quiere, donde ir, que comer, que hacer, generalmente que jugar, que compartir, que ropa usar, en un interminable etcétera que bien vladría un estudio profundo de eso.

Uno aunque parece culerada, se siente agradable andar abrazado con el alero, compartir las novias, desprendimiento total, por el alero uno puede dar la vida, lo defiende contra todo, y lo comprende en todo, se perdona todo.

Se goza y se sufre con el alero, son más que hermanos, más que camaradas, más que uno mismo.

Y como se hace uno alero de otro?, sepa putas!!, la cosa es que se da esa relación y se disfruta.

Sicologicamente puede denotar una dependencia insana, una falta de algo intimo, una fragilidad en la personalidad, una soledad, sin embargo junto al alero, se vuelve un equipo invencible. 

Y se llega a tan compenetración que se adoptan gustos similares, maneras de actuar, lenguaje común, hasta la forma de vestir. 

 Para nada se parece uno a su alero, así como Pedro Picapiedra con Pablo Mármol, son tan distintos, así como Benitín y Eneas, son tán diferentes y complementarios.

Heriberto y Lorenzo, comparten el boliche y se prestan herramientas, el capitán y el inspector que solo pasan jugando naipes y haciendo guaro.

En el barrio eran memorables el choco Arturo con rin can, pichota y caliche, bigote y rudi, el peludo y el gordo lepero, el chino milton y carlos. 

En fin, la vida es así y encontrar un buen alero es sacarse la lotería, alguien que complemente la parte buena de cada uno en una relación mágica, maravillosa que solo le es concedida a los escogidos. 

Los que hemos sido y tenido aleros, hemos conocido el amor divino, el desinteredado, el desprendido, el pura verga.

Como dice la canción “tu eres mi hermano del alma, realmente el amigo, que en todo camino y jornada está siempre conmigo”…..

A aquellos que en algún momento compartierón como aleros mi vida, los recuerdo con mucho cariño.

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