jueves, 14 de enero de 2016

Punto de partida


Se leía por allí que don Albert Einstein, o por lo menos a él le atribuyen la siguiente frase : La vida es como montar en bicicleta. Si quieres mantener el equilibrio, tienes que seguir avanzando”. 

Esta frase me recuerda que cuando estaba aprendiendo a pedalear, la clave, además de pedalear era, y según mi maestro en eso, era que no mirar el manubrio, que siempre viera para adelante, para tener una perspectiva hacia donde vamos. 

En fin al hacer una analogía con esta experiencia curiosa llamada vida, no puede uno más que reflexionar acerca de los acertado o no de la frase del físico teórico, tan famoso, más por su cabellera y bigote y menos por su teoría de la relatividad, que todos la usamos cuando no podemos o no tenemos como explicar algo con precisión y límite, siempre terminamos diciendo “en que todo es relativo”, y con un par de conceptos acerca de la velocidad de la luz y el famoso carro, que avanza de aquí la espacio, damos como ganada alguna discusión de esas sosas y poco importantes.

Don Alberto, nos sirve de muleta, personaje admirable, alemán, de origen judío, muy admirado y comentado.

También a este señor, yo lo he leído a propósito un librito muy interesante “El mundo como yo lo veo”, que me lo huevié por allí, donde explica sus creencias, las cuales hay que respetar aunque no las compartimos del todo, creo que todo ser humano va evolucionando conforme se va haciendo más viejo, el marco de sus creencias se va enriqueciendo o va formando otro cuando se acerca el tiempo de dejar este plano.

Es que cuando estás en la línea de partida hacia la muerte, ya enterrastes abuelitos, padres, amigos, etc. Parece que algo se va acomodando, como preparando para el inevitable viaje, es decir colgar los tenis, o estirar la pata, el patatús.

Surge entonces: cual será el asunto o el motivo o la razón de la existencia?, claro, que las religiones tratan de explicar, pero no resisten un análisis serio, unas te ofrecen un paraíso, o te amenazan con un lugar muy caliente, hasta los extremos de sentir miedo a que los diablos te pasen puyando con unos tenedores, hay tanto que contradecir que para que.

Queda entonces la pregunta. Somos un dechado de pasiones, comer, respirar, oler, tocar, penetrar o que lo penetren, forma parte del menú de sensaciones originales, desde que estamos en el vientre materno, sujetos a la tri-dimensión, un cerebro que procesa estas emociones, de la cuales somos presa fácil, a menos que nos frenemos por convicción, o por miedo al fuego eterno, o por alguna enfermedad causada por el desenfreno o desequilibrio. 

Cual es la onda?, cual es el sentido de la vida?.

Entonces surgen, como todo lo humano, muy dado a clasificar, los 7 pecados capitales, numero cabalístico, que tiene que ver con los días de la semana, los colores primarios, las siete cuerdas de la lira, originalmente los 7 planetas (ojo se incluia al sol como planeta, craso error). En fin : la gula, la lujuria, la ira, la pereza, la soberbia, la avaricia, la envidia, a la que se contraponen las 7 virtudes. 

Buscando siempre lo metódico.

Por otra parte el hombre antiguo definió las cuatro virtudes cardinales que vienen desde tiempos inmemoriales y que fueron absorbidas por las disciplinas masonas, teosóficas, gnósticas y asumidas en el catecismo de la Iglesia Católica, hablan de cuatro : la fortaleza, la justicia, la prudencia y la templanza. Siempre buscando un equilibrio.
Y es que si vemos el mundo que nos rodea todo tiende al equilibrio, si algo está frió tiende a calentarse, si algo está agitado tiene a calmarse, la biblia habla que al principio había un caos, es evidente que se buscaba un orden.

Pare que la clave es el Equilibrio, todo está disponible, bueno no todo, hay límites en cuanto a la dotación genética o la condición social que obstruye o potencia las cualidades.
Entonces podríamos decir que la búsqueda del equilibrio es como lo natural, pero en todo caso no vamos a petatiar, cual es el sentido entonces?. 

Quizás evitar el sufrimiento?, o la búsqueda del bien, será?. Somos buenos por naturaleza?, creo que no. Nos han amoldado a una moral, sujeta a intereses económicos definidos por los más fuertes (inteligentes?).

Pero es moral la vida del hombre, donde se magnifica el éxito económico, el lujo, la vida fácil, es la vida fácil?, referentes que conllevan casi siempre al sufrimiento de otros de nuestra misma especie.

Creo que hay más preguntas que respuestas, me recuerdo que hicimos una apuesta hace muchos años con CHICO, mi compañero de jodarria, que el primero que se fuera de este mundo iba a regresar a contar al otro como era del otro lado. Chico murió hace 18 años y todavía neles.

Intuyo que deben haber otras dimensiones, físicas o metafísicas, siempre me ha parecido muy limitado el concepto mental del universo, solamente hace 400 años (casi ayer) si alguien suponía o comentaba que la tierra era redonda o esférica lo achicharraban. 

De allí que pueden haber otros escenarios que permiten que la esencia divina que nos hace tener un poco de conciencia se manifieste, conste todo esto y los otros supuestos han sido definidos a partir de pensamientos enmariguanados de los avatares, chamanes, etc.  

Podemos inferir, entonces, también como iguales en el ADN, que tampoco allá nada y que los conceptos sean producto de un exceso de inspiración o una febril enfermedad.



Ahora la experiencia es majestuosa, un campo sensorial inmenso, al amor, el dolor, el miedo, la alegría de vivir, los cipotes, todas esas manifestaciones primitivas, originales que posibilitan que uno no se quiera ir, y algunos han elaborado sendos edificios conceptuales para definir que tenemos algo más que sentidos y mente, hablan de alma y espiritu.que viajan en el eterno sin tiempo ni espacio.  

Lo cual es lógico la definan inmaterial. Como digo se intuye.

Ahora como testigo presencial de las risas de la siguanaba, la arremetida del jinete sin cabeza y el hermano masón que se me presentó hace poco, creo que deben haber otras cosillas más ligeras, más etéreas que esta simple y gruesa carne que se comerán los gusanos. (como dijo el poeta "mundos sutiles como pompas de jabón"), 
Estos mundos deben estar seguramente pobladas de seres fantásticos, hermanados con la luz y no sometidos a las tres dimensiones que nos encarcelan, y han de vagar libres como los sueños humanos.





1 comentario:

Gildardo dijo...

Saludos Chino.

Espero que no te estes despidiendo con esta misiva. Mientras no estemos seguros de lo que hay o no hay al otro lado de este, hay que aferrarse a la vida con uñas y dientes, con todo lo que tenemos.

Te sigo en el blog desde hace algunos años y me gustan todas tus publicaciones, hasta hoy me he animado a escribirte porque siento como si estas anticipando una despedida.

Que estes bien hermano salvadoreño.