viernes, 2 de agosto de 2024

 

LA MUERTE DE RINGO

 


Esta es la historia de la trágica muerte de un perro- mascota  que se llamaba Ringo,,nombre dado por la moda de los films llamados spagetti wersten, y la saga donde el tipo de   la pelicula llevaba ese nombre, tales como: Ringo No perdona, Una pistola para Ringo y otras.

 

Era un animal de talla pequeña,  pelaje blanco, la raza una mezcla de Maltés con Podlee, el  cuál recibía toda clase de cuidados, baños y shampoo, peinados, buena comida,   etc.  

 

La dueña era una señorita muy guapa que vivía sola en la  pieza  no. 6 del Mesón San Jorge,  barrio San José, su nombre era Gloria, admirada y pretendida por toda la muchachada del barrio, pues tenía  unas caderas y pechos muy apetecibles, tipo la Sofía Loren, Tongolele, o Ana Berta Lepe.

 

Ella laboraba como secretaria en una oficina del centro y su porte y elegancia era la admiración de los jóvenes y la solapada envidia de las matronas y cipotas jóvenes del mesón.

 Como ella vivía  sola, algunas veces le solicitaba apoyo a  Doña Nena, la mamá del chinito, para  que se lo prestara y pasar con ella pues solía tener miedo de dormir  sola, a pesar de la compañía del fiel y celoso Ringo.

 Y así  algunas noches el aposento o pequeño cuarto, era compartido por la señorita Gloria, el chinito y el perrito Ringo, esas veladas nocturnas eran experiencias interesantes y únicas.

 En la pieza número 9 inicialmente la alquilaba una señora llamada Hilda, la  cual tenía unos sobrinos que llegaron a ocupar dicha pieza, posteriormente otro grupo de muchachos provenientes del Occidente del país específicamente de Texistepec, llegaron a vivir al  mesón. Eran muchachos jóvenes muy alegres y campechanos, con personalidades bien variadas, cabe recordar en los años 60 la migración del campo a la ciudad fue creciendo,  muchos jóvenes buscando mejores condiciones de vida se venían a la gran ciudad San Salvador a vivir nuevas perspectivas, nuevos horizontes, se abrían muchas fábricas, oportunidades  y lugares de trabajo.  

Pues se implantaba la industrializacòn y el Mercado Comùn Centroamericano. 


 

Entre ellos sobresalían Nelson, trabajaba dibujo  arquitectónico, Eli, trabajaba ANTEL; Koki, en una imprenta  y el simpático David que aprendía a ser peluquero en la Academia del centro.

 

Era un verdadero  espectáculo ver a estos  jóvenes, esperando que la  señorita Gloria,  utilizara el Baño colectivo y pasara perfumando el ambiente con una toalla de baño, que cubría parte de su cuerpo para delicia de todos los jóvenes y algunos cipotes precoces.

 

Las noches en los mesones de esos tiempos eran muy amenos: las mujeres, señoritas y matronas, se divertían  con  los programas radiales, las radionovelas,   tales como : Chucho el Roto, Corona de Lágrimas,  Porfirio Cadenas,  el ojo de vidrio, Kalimàn el hombre increíble; los niños  con programas infantiles del único televisor disponible, Los Picapiedra, Bug Bony, los jóvenes y viejos se  la pasaban jugando naipe: ”viva la flor”, “chucho”, “burro”,  “sietillo”, “conquien”  y los más osados y experimentados jugaban Basiga  o Póquer. 

 

Otros  jugaban damas, damas chinas, dominó   y unos pocos, el juego ciencia: ajedrez.

 

Uno de estos jóvenes, Koky, recientemente y con toda una pompa anunció que había comprado un arma personal, era una pequeña escuadra calibre .22 de 7 tiros, la cual  frecuentemente enseñaba y portada debajo de su camisa, haciendo gala de valentía y astucia con su uso. La pistolita que cabía en la palma de una mano adulta, era conocida por todos los habitantes del mesón y la mostraba a todos inclusos a los niños.

 Cabe mencionar que en aquel tiempo era un  instrumento inusual que solo se veía en la TV, aunque la de Koky,  se veía en  la realidad era bastante pequeña y parecía de   juguete..

 Un tiempo después Ringo el perro cayó enfermo parecía una enfermedad grave , luego el veterinario no le dio muchas esperanzas de vida de manera el pobre perro no sé sabe a ciencia cierta que padecía, y con qué enfermedad , éste fue amarrado al callejón que unía las dos porciones del mesón y en poco tiempo, después de algún tratamiento médico, se llegó a la conclusión que había que sacrificarlo, para la consternación y tristeza de todos y así el pobre perro otrora príncipe, dueño y campeón se vio sometido a estar amarrado viviendo poco a poco sus peores momentos.

 Finalmente y sin otras  opciones, señorita Gloria tomo la dura decisión de sacrificar a su príncipe.

 La señorita gloria afectada emocionalmente de una manera muy acongojada solicitó ayuda al joven de  la  pieza  no. 9, que poseía un arma, para sacrificar al pobre animal, con el arma tan publicitada y conocida, pues aunque era frecuente en ese tiempo, darle veneno o ·bocado”, era muy cruel y muy denigrante  para su categoría noble (del  perro).

 El joven que se jactaba todo el tiempo de tener un  arma de fuego no dudo en ponerse a la  orden de Gloria, pues pensaba que con ese acto, tal vez podía acceder a compartir los encantos de la dama que tanto le atraía,  además de lo orgulloso que podría sentirse de ceder a sus pretensiones amorosas  y la envidia que le tendrían sus compañeros de cuarto.

A todo esto, la  noticia del sacrificio de Ringo, era conocida por todos los que vivían en el mesón, hombres, mujeres y niños, los cuales pasaban  expectantes hacia el  día D..

Y así una tarde cualquiera, y con el apoyo popular del mesón,  y con mucha curiosidad, se llevó a cabo el tan esperado sacrificio de Ringo…..

Se montó una delegación improvisada encabezada  por el verdugo que pistola en mano y vistiendo camisa manga larga y pantalón obscuro,  llegó  al lugar donde estaba  amarrado el animal.

En presencia de todos los habitantes del mesón incluyendo todos los niños que se pusieron detrás del tirador, esperando el acto pistolero. 

En pocos segundos el joven con la  pistola en la  mano, monto el tiro en  recámara para realizar el tiroteo,  pero la muñeca le temblaba y titiritaba como de un frío ártico, una agitación nerviosa invadió  su cuerpo y  además el rostro del joven había tomado un color pálido amarillo.

 Todos los demás expectantes, esperaban el tiroteo y desenlace feliz.

 A pesar de la tembladera, sin embargo,  cómo pudo  caminó y a una distancia de 3 metros  hizo el primer disparo el cual falló pues el temblor intenso de sus manos no le posibilitó apuntar con precisión.

 El Público presente que incluía hombres,  señoras y niños, estaba estupefacto pues no sabía sí preocuparse o cagarse de la risa

 El pobre animal con una mirada incomprensible ladraba frenéticamente viendo tanta gente y  después del sonido del disparo  calibre .22; luego el joven volvió a montar el cartucho e hizo otro disparo el cuál le pasó rozando por una oreja al canino, el cual siguió ladrando presintiendo el destino fatal.   

 Ya está altura la gente presente se moría de risa y  algunos le gritaban :

- Tirale Eliot Ness !!!

- Dale Pecos Bill!!!

El hombre confundido con la pistolita aún echando humo miraba alrededor confundido y ausente de lo qué estaba pasando y aun temblaba.

 En medio de la confusión del tirador y los comentarios,  risas discretas y carcajadas de  los presentes, apareció entre la gente, Raúl el jocote, hijo de la mesonera Doña Esther y hermano de Paco Coyol.

 Raúl jocote era un mecánico de obra de banco, muy diestro y fuerte, el cual,  tomando un lazo estilo cowboy amarró al perro, que gruñia con fiereza y con gran destreza colocando el lazo en el cuello del pobre animal lo jaló haciendo balanza sobre una viga de madera lo ahorcó.

 El pobre animal presintiendo la muerte, aullaba frenéticamente como diciendo ya me voy hijos de puta!!, lanzando sus últimos alaridos y finalmente pataleando al aire, diò su último respiro, para tranquilidad de todo el público.

 El francotirador junto con el arma  letal, desapareció de escena , luego Gloria, lloró amargamente   por   la  partida de su mimado príncipe, los demás  comentaban la pasadita, en los   cipotes  quedó el recuerdo de este único e inolvidable evento.

 

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