lunes, 3 de agosto de 2015

Paco DEL PALO DE MANGO

La primera vez que lo vi estaba peleando junto a otros scouts en su patio, el cual era sombreado por un robusto palo de mango.

Me dejó impresionado su esfuerzo y su decisión de ganar sobre el adversario. 

El terreno era más grande que todo el mesón donde yo vivía, por tanto la percepción de ese terreno para mí era continental. Estaba protegido por un muro de celosías que permitían ver desde la acera hasta adentro, más o menos a metro y medio de alto, al final del terreno una casa, con varios apartamentos, el único que conocí estaba lleno de recuerdos, fotos y algunos juegos de salón con los que de vez en cuando gastábamos el tiempo, uno en especial recuerdo era de palillos, se tiraban los palillo de varios colores y el juego consistía en recoger uno a uno sin que los otros se movieran, un juego para afinar la concentración y la precisión manual, 

Paco era experto y los invitados perdíamos ante el experto.   

La casa de Paco era grande en verdad, contiguo hacia el norte, existió un mesón llamado Orellana, que era un zapatero, con varios hijos, uno de ellos especial, loquito, que pasaba desnudo en la orilla de la calle, me parece que también amarrado. 

Este mesón fue demolido o se cayó para el terremoto del 65, no lo sé, luego en ese mismo lugar y después de construir una casa con apartamentos llegó a vivir Guillermo , pusieron un mini súper llamado “Flamenco”, entiendo por qué el know how,  se los había dado una legendaria tía de Guillermo, dueña del súper “El Cochinito”, pionero de la ventas de comestibles tipo súper.  

Este mini súper y abarrotería funcionó algún tiempo.

Hacia el sur estaba el famoso bar Jiboa, reconocido en el ambiente por sus bocas de jocote y jícama, el bar tenía un rótulo de un águila blanca, probablemente la marca y logotipo de algún licor.

En el Bar había una entrada muy acogedora con unas puertas giratorias tipo oeste, luego estaba la mesa del bar que era grande y de allí estaban las mesas en un ambiente tipo bosquecito, lo que hacia la estancia cálida y pertinente para los sedientos de un par de pijazos.

Esa vez que ví a Paco pelear tipo scout, era la costumbre amarrarse un pañuelo en una de sus piernas, arriba de la rodilla y la pelea consistía en que el contrincante te la quitara; la pelea a pura lucha era encarnizada y ponía a prueba la fortaleza y las mañas para hacer llaves y demás trucos de los encuentros cuerpo a cuerpo.

Paco en tanto, era “CABALLERO SCOUT”, el máximo galardón en esas prácticas. Para ser scout, había que reunir algunos requisitos, sobretodo por ser una asociación de jóvenes con papá y mamá, estudiantes, morales, etc. Entiendo que los objetivos de ellos, eran fomentar y crear personas responsables con los deberes cívicos, ciudadanos honrados, defensores de los valores del status quo, mezclados con prácticas de convivencia comunitaria, ejercicios físicos, jerarquías tipo militar, no hay que olvidar que los grupos scouts fueron creados por los ingleses.  

Había que usar uniformes, sombreros , pañoletas, bastones y todo tipo de insignias que denotaban grados jerárquicos, estructura de mandos, trabajo en equipo, fogatas, retiros, etc. Etc.

En fin, Paco era scout y de los buenos.

Para él, era lo más usual subirse al famoso palo de mango, con una gran facilidad, a pesar de que por ser un árbol viejo, la madera no dejaba de ser porosa, más de alguna vez se desmadró.  

Otra vez arriba del palo, presencié cuando se dejó caer como de diez metros, atacado por un nido de avispas que habían hecho del palo su casa, Paco bajó corriendo a sumergirse en una pila con agua que estaba en el patio, después era muy emocionado contando la aventura.   

El papá de Paco se llamaba Leónidas Flores, él había sido el capitán de una legendaria y famosa selección nacional de fútbol, 
Paco tenia fotos donde aparecía don Leónidas recibiendo banderines y trofeos, originario de Santiago de María, mi mamá me contó que era primo de su difunto primer esposo, José “CHEPE TRIPA” Ramírez, y que juntos jugaron en el Oromontique, FC.  Don Leonídas pasaba frecuentemente sentado en las aceras cercanas a la casa, muy callado, muy sereno, poco comunicativo, a veces deambulaba por el parque.

En cambio la percepción que tengo de la mamá de paco, es que todo el tiempo apresurada, usaba lentes color verde y su vestimenta denotaba que trabajaba en alguna oficina, siempre bien arreglada, ella daba muchas instrucciones.  

Ella sufrió un trágico accidente y perdió la vida muy lamentablemente.   

Tambien tenía una hermana, muy bonita, recatada, que estudiaba en la Divina Providencia, se sabe que estudió y se graduó en la UCA y que actualmente es una próspera empresaria.

Supe con el tiempo que el sueño de Paco era ser militar, tenía un tío que había sido oficial y él guardaba con gran celo el sable, algunas insignias y recuerdos militares.

 De su paso por la escuela militar, se muy poco, parece que una lesión en la rodilla hizo que fuera interrumpida su carrera militar o quizás algún otro motivo.

Paco era muy aplicado, se interesaba por temas muy poco comunes, era un curioso patólogico, le gustaba investigar, conocer y siempre eran muy interesantes sus hipótesis, sus conclusiones y explicaciones que proveía con gran facilidad, explicaciones seguidas de gesticulaciones que aseguraban la correcta comprensión.

Supe que había estudiado en Santiago de María en un internado y luego en el Divino Salvador, donde creo se graduó de bachiller. Recuerdo que luego de salir de la secundaria se matriculó en la UCA, la recién inaugurada y primera universidad privada: 

Estudió Ingeniería Industrial

Paco describía con gran precisión el campus y todavía recuerdo cuando nos comentaba el diseño de las aulas de los edificios recién construidos, decía que era ovalados, con una inclinación que facilitaba el sonido del catedrático, todo con gran detalle. 

Años después pude comprobarlo al estudiar en ese centro universitario.


Paralelo a sus estudios, Paco era presencia indispensable en la cancha de básquet, muy apreciado y a la vez temido adversario en los mascones, tanto de los grandes como de los pequeños. Era un jugador completo, defensa eficiente y gran encestador. Con un carácter muy fuerte y presto a resolver cualquier duda a partir de la fuerza que puede tener alguien inteligente y además con fuerza física. 

Recuerdo que usaba  unos zapatos Bilsa blancos de 6 pesos, los cuales teñía de negro o azul, y compraba unas plantillas en la farmacia para simular el resorteo de los zapatos KID o ALL star, que eran los que usaban los profesionales del básquet.

Todos los cipotes acabados imitábamos esa práctica, pero le poníamos nuestro estilo, yo por ejemplo los PINTABA de morado, AL ESTILO HIPPI.

CONTINUARÁ……………


1 comentario:

Memo dijo...

Chino, me alegra que hayas empezado a escribir sobre la vida e historia de paco Flores, vecino y chero nuestro desde cipotes.

Voy esperar la continuación de la historia para dar mi comentario y tal vez agregar un par de cositas más de mi experiencia personal con Paco porque quizás yo lo conocí un poquito más.

Saludos Milton.