jueves, 17 de enero de 2019

Paco el del palo de mango


La primera vez que lo vi estaba peleando junto a otros scouts en su patio, el cual era sombreado por un robusto palo de mango. el juego consistía en querer desprender una cinta colocada a la altura de la rodilla, el que lo lograba ganaba. Era una lucha encarnizada, a mí me pareció muy violenta.

Eran los ejercicios de los scouts para fortalecer la musculatura.

El terreno donde habitaba, era más grande que todo el mesón donde yo vivía, el San Jorge, por tanto la percepción de ese terreno para mí era continental, el palo de mago le daba un toque selvatico, tipo jungla y el patio lo veía tan grande como una pradera. 

El terreno estaba protegido por un muro de celosías que permitían ver desde la acera hasta adentro, más o menos a metro y medio de alto, al final del terreno una casa, con varios apartamentos, el único que conocí estaba lleno de recuerdos, fotos, también guardaba un sable militar, del cual contaba era de un tío o familiar cercano y algunos juegos de salón con los que de vez en cuando gastábamos el tiempo.
Uno en especial recuerdo era de palillos chinos, se tiraban al azar los palillos de varios colores y el juego consistía en recoger uno a uno sin que los otros se movieran, un juego para afinar la concentración y la precisión manual, 


Paco era experto y los invitados perdíamos ante el experto.   

La casa de Paco era grande en verdad, contiguo hacia el norte, existió un mesón llamado Orellana, que era un zapatero, con varios hijos, uno de ellos especial, loquillo, o enfermito que pasaba desnudo en la orilla de la calle, me parece que también amarrado.

Enfrente quedaba la casa de Zemita y Elber, en la esquina la casa de Tito Huezo, sub director de la Esc.Republica de Chile y enfrente la casa de la Srita. Lucinda Mendéz, maestra de primaria en la Escuela Gamboa No. 1, tenían crianza de perros chihuahua.

Este mesón fue demolido o se cayó para el terremoto del 65, no lo sé, luego en ese mismo lugar y después de construir una casa con apartamentos llegó a vivir Guillermo Flamenco,  pusieron un mini súper llamado “Flamenco”, entiendo por qué el know how,  se los había dado una legendaria tía de Guillermo, dueña del súper “El Cochinito”, pionero de la ventas de comestibles tipo súper. –con estanterías, góndoloas, producto debidamente clasificado y las cajas para la cancelación y salida del establecimiento-. ESTE SUPER QUEDABA SOBRE LA  3era AVE NORTE.  

El Flamenco era un mini súper y abarrotería la cual funcionó algún tiempo.

Hacia el sur estaba el famoso bar Jiboa, famoso por sus bocas de jocote y jícama, el bar tenía un rótulo de un águila blanca, probablemente la marca y logotipo de algún licor. 

En el Bar había una entrada muy acogedora con unas puertas giratorias tipo oeste, luego estaba la mesa del bar que era grande y de allí al la izquierda estaban las mesas en un ambiente acogedor como bosquecito, lo que hacia la estancia acogedora y cálida, para las tertulias de los bolos.

Allí vimos tocar a Gil Medina, el cantante de Paquito Palavicinni, la voz del Xuc. En esa ocasión andaba con una marimba hecha de copas de cristal, un espectáculo muy excepcional. Yo me imagino que promoviendo algun tipo de licor. 

Esa vez que ví a Paco pelear tipo scout, era la costumbre amarrarse un pañuelo en una de sus piernas, arriba de la orilla y la pelea consistía en que el contrincante te la quitara; la pelea a pura lucha era encarnizada y ponía a prueba la fortaleza y las mañas para hacer llaves y demás trucos de los encuentros cuerpo a cuerpo.


Paco en tanto, era “CABALLERO SCOUT”, el máximo galardón en esas prácticas. Para ser scout, había que reunir algunos requisitos, sobretodo por ser una asociación de jóvenes con papá y mamá, estudiantes, morales, etc. 

Entiendo que los objetivos de ellos, eran fomentar y crear personas responsables con los deberes cívicos, ciudadanos honrados, defensores de los valores del status quo, mezclados con prácticas de convivencia comunitaria, ejercicios físicos, jerarquías tipo militar, no hay que olvidar que los grupos scouts fueron creados por los ingleses, imperialistas por excelencia.  

Había que usar uniformes y todo tipo de insignias que denotaban grados jerárquicos, estructura de mandos, trabajo en equipo, fogatas, retiros, etc. Etc.

En fin, Paco era scout y de los buenos, un muchacho muy educado y formal.

Para él, era lo más usual subirse al famoso palo de mango, con una gran facilidad, a pesar de que por ser un árbol viejo, la madera no dejaba de ser porosa, más de alguna vez se desmadró.  

Otra vez arriba del palo, presencié cuando se dejó caer como de diez metros, atacado por un nido de avispas que habían hecho del palo su casa, Paco bajó corriendo a sumergirse en una pila con agua que estaba en el patio, después era muy emocionado contando la aventura.
    
El papá de Paco se llamaba Leónidas Flores, él había sido el capitán de una legendaria y famosa selección nacional de fútbol, Paco tenia fotos donde aparecía don Leónidas  
recibiendo banderines y trofeos, originario de Santiago de María, mi mamá me contó que era primo de su difunto primer esposo, José “CHEPE TRIPA” Ramírez, y que juntos jugaron en el Oromontique, FC.

Don Leonídas pasaba frecuentemente sentado en las aceras cercanas a la casa, (donde tito huezo), muy callado, muy sereno, poco comunicativo, a veces deambulaba por el parque.


En cambio la percepción que tengo de la mamá de paco, es que todo el tiempo apresurada, usaba lentes color verde y su vestimenta denotaba que trabajaba en alguna oficina, siempre bien arreglada, ella daba muchas instrucciones.  

Ella sufrió un trágico accidente y perdió la vida muy lamentablemente.   

Tambien tenía una hermana, muy bonita, recatada, que estudiaba en la Divina Providencia, se sabe que estudió y se graduó en la UCA y que actualmente es una próspera empresaria, y propietaria de una empresa de tecnologia muy prestigiosa.

Se sabía con el tiempo que el sueño de Paco era ser militar, tenía un tío que había sido oficial y él guardaba con gran celo el sable, algunas insignias y recuerdos militares.

 De su paso por la escuela militar, se muy poco, parece que una lesión en la rodilla hizo que fuera interrumpida su carrera militar o quizás algún otro motivo.

Paco era muy aplicado, se interesaba por temas muy poco comunes, con una voz gangosa y mates muy expresivos, era un curioso patólogico, le gustaba investigar, conocer y siempre eran muy interesantes sus hipótesis, sus conclusiones y explicaciones que proveía con gran facilidad, explicaciones seguidas de gesticulaciones que aseguraban la correcta comprensión.

Supe que había estudiado en Santiago de María en un internado y luego en el Divino Salvador, donde creo se graduó de bachiller. Recuerdo que luego de salir de la secundaria se matriculó en la UCA, la recién inaugurada y primera universidad privada: 

Paco describía con gran precisión el campus y todavía recuerdo cuando nos comentaba el diseño de las aulas de los edificios recién construidos, decía que era ovalados, con una inclinación que facilitaba el sonido del catedrático, todo con gran detalle. 

Años después pude comprobarlo al estudiar en ese centro universitario.

Paralelo a sus estudios, Paco era presencia indispensable en la cancha de básquet, muy apreciado y a la vez temido adversario en los mascones, tanto de los grandes como de los pequeños. Era un jugador completo, defensa eficiente y gran encestador.

Titular del equipo del parque ASES. 

Recuerdo que usaba  unos zapatos Bilsa blancos de 6 pesos, los cuales teñía de negro o azul, y compraba unas plantillas en la farmacia para simular el resorteo de los zapatos KID o ALL star, que eran los que usaban los profesionales del básquet.



Todos los cipotes acabados imitábamos esa práctica, pero le poníamos nuestro estilo, yo por ejemplo los PINTABA de morado, AL ESTILO HIPPI.

Aunque era unos años mayorcito, Paco nos acompañaba a la Chacra, pues en ese tiempo era paseo casi obligatorio, los sábados, madrugábamos y pasábamos hasta después del el almuerzo, disfrutando de esa piscina tan bonita y tan llena de  alegría. Guillermo nos enseñaba natación. 


Algunas veces lo vimos pelar a mano limpia, pues era de pocas pulgas, temido por los muchachos, pues creo que ni el mismo conocía su fuerza.

Una vez se peleó con “EL TOSCO”, amigo de la 11 calle, que se incorporó a los grupos de muchachos basquetbolistas, fue una pelea desigual, pues el susodicho además de grandulón, era feroz , invencible y testarudo a la hora de enfrentarse a los cahcimbazos con cualquiera.

Sin embargo, Paco hizo una pelea digna, recuerdo cuando después del encuentro se limpiaba la nariz llena de sangre, que el tosco le había roto.

El las jugadas, contar con Paco era la seguridad de gane, pues se entregaba con valentía, fuerza y denuedo, muy inteligente y con pulso suficiente para definir un partido.

Ya graduado de Ingeniero Industrial, trabajó como Gerente en SOLAIRE,  desde donde ayudó a muchos jóvenes del barrio a trabajar en esa empresa. Algunos han hecho de esa experiencia su profesión, situación que se le agradece, pues nunca tuvo miramientos o recelos para llevar a trabajar a sus amigos y compañeros del parque.

Paco, Dios te bendiga, porque con tu presencia hiciste la vida de los cipotes una aventura sana y feliz.

Una vez, por la noche, como acostumbrábamos después de los mascones,  estábamos hablando de extraterrestres, y los que estaba de moda, EL MENSAJE DE LOS DIOSES, cuando vimos que la luna se paró y se iluminó toda la cancha (conste no habíamos fumado), ja,ja ja , nos fuimos corriendo a nuestras casas.
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Y llegó el día en que se enamoró.......CONTINUARÁ……………


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