martes, 25 de junio de 2013

El sermón de don yon


jesus sermon de la montaña krouillong karla rouillon gallangos no recibas la eucaristia en la mano comunion en la manoLa tarde se agolpaba necia, el sol pererezo se negaba a sucumbir ante la noche.

Se iba dibujando por el contrario una multitud, la mayoría que la conformaban eran campesinos de las aldeas cercanas, habían terminado sus faenas agrícolas, de acuerdo a la puesta del sol, y las direcciones precisas que los sacerdotes desde tiempos ancestrales, les habían indicados a sus abuelos, estos a sus padres y así sucesivamente.

Aun cuando cotidianamente a esa hora, tomaban los huacales de chicha para descansar de su trabajo y los menos se iban a relajar a los baños de vapor, poco a poco se fueron agrupando muchos que venían de distintos rumbos tomando como centro esa pequeña loma donde  un personaje hablaba en voz alta y que un grupo cercano entre los que se distinguían personajes conocidos por casi todos, lo que llamaba más a la curiosidad.

En el momento en que todos los concurrentes habían dejado de comentar los detalles de la jornada y se fueron quedando callados, poco a poco, fueron concentrándose en aquel joven que vociferaba  y gesticulaba de manera inusual, como con autoridad que solo veian en las castas sacerdotales.

El joven se paró al frente y pudo visualizar los verdores de los alrededores,  además de las parcelas debidamente marcadas de siembra de MAIXX que era el grano principal  que correspondían a cada grupo familiar según las asignaciones que se realizaban cuando el dios Tláloc a través de sus voceros tenía a bien repartir entre las familias de la aldea. Apartando parte de su melena de su frente, dijo:

Oistes que fue dicho “Dios ama al dador alegre”, de verdad, en verdad os digo que “No hay almuerzo gratis”. La caridad es ofensa a los ojos de dios. Si regalan el fruto de su trabajo están cometiendo algo abominable para el dios de la fortuna, toda acumulación es una bienaventuranza, así se formaron los grandes capitales, a través de la explotación del trabajo del asalariado, si, ese que se le da un poco de la cosecha para que no se muera de hambre a través de un mecanismo de común acuerdo y por medio de una cosa llamada moneda.

Esos bienes que son absorbidos de común acuerdo por la moneda, sirve para que la mano de obra se reproduzca y siempre hayan asalariados, uds. Podrán acumular el fruto del trabajo, esto les permitirá crecer en abundancia y serán llamados hijos del dios Kpital.
El que solo regala el fruto de su trabajo está condenado a formar parte del ejercito de asalariados, que es el peor castigo, pues es mandato de su dios que acumulen, acumulen, para que puedan ser competitivos y puedan cambiar su plataforma tecnológica que a su vez les permitirá obtener más ganancias y darán más salarios, en una cadena divina y agradable a su dios.

 Bienaventurados los avariciosos, porque de ellos será el reino de las cosas!!

Uds. No saben de éstas cosas porque viven en el comunismo y no comprenden los mandatos divinos del reino del dios de la fortuna, he venido a cumplir la ley, la ley del más fuerte.

La explotación del trabajo asalariado y la acumulación son los instrumentos que me han sido otorgados para que el que tengan sed de dinero sea saciado, porque bien dice la escritura, él vino a ellos, para que tuvieran vida y vida en abundancia.

El que tome de esta agua no volverá a tener sed, sino que podrá ser el propietario de los ríos y los mantos acuíferos y será llamado hijo de dios, gozará de prestigio y poder. Y serán benditos sus descendientes hasta las octava generación, siempre que acumule y viva del trabajo del asalariado .

Espectantes oian esas palabras que contradecían las sabias enseñanzas que por milenios les habían inculcados los sacerdotes y sabios de la aldea, hasta que alquien gritó desde la multitud, blasfemoo!!!!, mientras que otros trataban de entender estupefactos las palabras de aquel joven hijo de chepe, el artesano que acostumbraba a cortar los árboles viejos  y luego con sus  rústicas herramientas hacia banquetas y mesas que luego regalaba a sus vecinos y amigos.-claro, esa palabra no existía en el vocabulario de aquella gente, pues todo era de todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena parodia, llena de sana ironía.